Por Clelia Mezúa
Dirigente de la organización de mujeres Emberá
Este es el momento u oportunidad de exigir los máximos sacrificios para abaratar el costo de los alimentos, los medicamentos y el precio del combustible en Panamá.
Sin embargo, es necesario que esas aspiraciones se conviertan en leyes de la República. Asimismo, hay que derrumbar la corrupción, dejar de pagar “botellas“ (falsos funcionarios) que están costando millones de dólares a la población de este país en medio de la crisis.
Se necesita que la riqueza generada por el Canal de Panamá, y los impuestos, sea distribuida equitativamente al pueblo panameño e indígenas.
Es importante que todos los proyectos que aceleran el cambio climático y los permisos comunitarios que ayudan a devastan los bosques sean eliminados, para dar paso a una cultura ambiental.
Los árboles sostienen y dan vida a los ríos y quebradas y a las diversas especies, y a los humanos. Por ese motivo, deben ser protegidos por el Estado y comunidades indígenas de toda forma de devastación.
¡Sin agua, nos morimos todos!