Por Vinicio Chacón
Semanario Universidad (Costa Rica)
Desde la antigüedad las paredes de las ciudades han servido como altavoces o vitrinas para que artistas o simplemente personas enojadas dejaran registro de su sentir.
Por otro lado, pestes y epidemias han dejado su marca profunda en manifestaciones artísticas de diferentes épocas. Por ejemplo, la llamada peste negra que azotó Asia y Europa determinó de manera notoria las estéticas artísticas de los siglos XIV y XV.
Así, en pleno siglo XXI era de esperar que el contexto de la pandemia del coronavirus deje su marca en expresiones artísticas, sobre todo en los espacios para la expresión que ofrecen las diferentes ciudades y culturas. El graffiti es un fenómeno artístico ya consolidado y ha servido como plataforma para esta nueva narrativa global.