TRIBUNA
Cuba y el mundo no deberían olvidar el Péptido CIGB-258, declaró a Cubadebate el doctor Rafael Venegas Rodríguez, intensivista que estuvo más de 50 días laborando en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Luis Díaz Soto, conocido como el Naval, al este de La Habana.
“Una de nuestras fortalezas fue la incorporación del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) al hospital, con la propuesta de distintos ensayos terapéuticos con demostrada valía en beneficio de los enfermos”, sostiene el intensivista.
Cuenta que es en este ámbito en el que conoce a la Doctora en Ciencias María del Carmen Domínguez, líder del proyecto CIGB- 258, “que por demás hoy ya la puedo llamar amiga”.
“Ha sido impresionante y un ejemplo, su sentido del deber, su convicción en la ciencia y su compromiso con nuestro país”, agrega.
De acuerdo con el especialista, la mayoría de los ensayos clínicos terapéuticos utilizados en el mundo fueron y van dirigidos a frenar o modular la hiper respuesta inflamatoria desencadenada por este virus, la llamada tormenta de citoquinas, “causa inequívoca de la evolución crítica y mortal en las personas contagiadas con esta enfermedad”.
“El día 30 de marzo comenzamos a aplicar en nuestros pacientes críticos el péptido CIGB- 258, proteína con demostrada eficacia en la modulación de la respuesta inflamatoria, utilizada por nuestra líder científica previamente en pacientes con enfermedades auto inmunes”, comenta Rafael.
“Los fundamentos científicos eran fuertes, y cada vez que leíamos e investigamos aumentaba nuestra certeza de la utilidad del mismo en la modulación de esa tormenta de citoquinas. La respuesta fue formidable, nuestros pacientes empezaron a comportar una evolución satisfactoria, mejoría de los parámetros hemodinámicos, estabilidad, extubación”, detalla el doctor Rafael.
Inmediatamente remarca: “Cuba y el mundo no deberían olvidar este nombre: Péptido CIGB-258. O como debe salir en el prospecto Jusvinza. Sus resultados son muy alentadores”.
Sobre la experiencia acumulada hasta el momento en Cuba
Con el empleo de ese producto y las propiedades que validan su incorporación en el combate al contagioso nuevo coronavirus, la doctora Gillian Martínez Donato, investigadora del CIGB y gerente de ese proyecto científico, respondió el siguiente cuestionario a Granma.
–¿Qué es el CIGB-258?
–Es un péptido inmunomodulador, derivado de la proteína celular de respuesta al estrés, conocida como HSP60 por el término en inglés heat shock protein 60. La referida molécula fue diseñada por herramientas bioinformáticas y se obtiene por síntesis química.
«Tiene funciones asociadas con la regulación del sistema inmunológico. Esta proteína aumenta su concentración durante las infecciones virales y procesos inflamatorios. Los péptidos (fragmentos proteicos de bajo peso molecular) derivados de la HSP60 pueden constituir una señal de peligro para el sistema inmunológico y hacer que este produzca una respuesta para eliminar los patógenos.
«Otros péptidos de la hsp60 tienen función inmunoreguladora y, una vez que se eliminan los patógenos, dichos péptidos contribuyen a regular la magnitud de la respuesta inflamatoria. El CIGB-258 fue diseñado para activar esencialmente los mecanismos que controlan y disminuyen los procesos inflamatorios.
–¿Por qué se pensó en el uso del CIGB-258 para la COVID-19?
–La infección con SARS-COV-2 se ha extendido rápidamente por el mundo. Mientras el 80 % de los contagiados experimentan síntomas leves similares a los de una gripe común o no presentan síntomas, el 20 % pudiera evolucionar a un estado grave o crítico de la enfermedad.
«Datos estadísticos reflejan que, como promedio, el 80 % de los pacientes críticos tienen un desenlace fatal y la causa fundamental se relaciona con el distrés respiratorio agudo. Este distrés respiratorio lo provoca una reacción inflamatoria exagerada del sistema inmunológico ante la infección con el virus. La literatura científica le llama a este tipo de reacción «tormenta de citocinas», ya que se incrementan abruptamente estas moléculas, secretadas por células del sistema inmunológico.
El CIGB-258 y sus resultados concretos en Cuba
Gillian Martínez Donato, investigadora del CIGB y gerente de ese proyecto científico, afirmó que 12 pacientes comenzaron la terapia en estado grave y 19 en estado crítico, y en el primer grupo la sobrevida fue del 92 por ciento, mientras que en el segundo fue del 73 por ciento.
Visto en su conjunto, la sobrevida para todos los enfermos, incluyendo los graves y críticos, fue de un 81 por ciento, precisa Granma.
Señaló que estos resultados realmente son muy alentadores, sobre todo porque se ha descrito en reportes internacionales que la tasa de sobrevida de los pacientes en la COVID-19 en estado crítico no sobrepasa el 30 por ciento.