La declaración de inconstitucionalidad del decreto ley 406 que sostenía y amparaba a Minera Panamá, S.A., abre un nuevo capítulo de participación popular y de vigilancia ciudadana sobre las tareas de explotación de minerales en territorio panameño.
El ejemplo de la persistente movilización contra la minería a cielo abierto y el expolio de los recursos naturales se ha traducido en un ejemplo evidente de la lucha democrática en los países latinoamericanos y caribeños que se hallan en la mira de las multinacionales depredadoras.
Las masivas protestas convocadas a lo largo y ancho de Panamá por los movimientos sociales, son, sin duda, el resultado de la rica acumulación histórica y de la voluntad soberana de la juventud patriótica en este país.
Una nueva conciencia social y ambiental gana fuerza en la población panameña, que reclama equidad, transparencia y el fin a la persecución judicial movida por el odio a los pobres y a las víctimas de la marginación nacional.
Café Bayano abre este espacio al análisis y la reflexión sobre las tareas prioritarias del movimiento popular para exigir el efectivo cierre de Minera Panamá y el pago de indemnizaciones al Estado panameño, ante los evidentes daños a la Naturaleza.
