Por Antonio Saldaña
Abogado y analista político
Los panameños patriotas deben haber quedado atónitos al ver y escuchar en el programa de televisión dominical ”Cara a cara”, a un ex oficial de élite de las extinguidas Fuerzas de Defensa (FF.DD.) de Panamá, decir que el 19 de diciembre de 1989, horas antes de iniciada la invasión, agresión y genocidio del ejército de EE.UU al pueblo panameño, los soldados nacionales fueron desarmados y desmovilizados ”por órdenes superiores”.
Adicionalmente, expresó el ciudadano ex militar que los ”cursos y entrenamientos militares” en el País del Norte, eran un mecanismo de reclutamientos de ”agentes espías”. Por lo que durante la invasión, los norteamericanos poseían listados de dichos uniformados reclutados por el gobierno extranjero.
Asimismo, el ex militar panameño aseveró en el programa televisado que el propósito de la invasión no fue llevarse a Noriega, sino la destrucción de las FF.DD para que éstas no asumieran la protección del Canal de Panamá.
Queda claro, pues, que la cruenta agresión del ejército más poderoso de la tierra, contra un pequeño e indefenso país y su población fue un acto de sevicia inimaginable, sanguinario y premeditado, que el derecho internacional describe como genocidio.
Por otro lado, el Estado Mayor de las FF.DD y su comandante en jefe, no sólo traicionaron a la tropa y la condenaron a una masacre segura; sino que cometieron un acto de alta traición a la República de Panamá.
Pero, la cúpula militar no fue el único núcleo de desleales a la Nación panameña, ya que la ”burgoligarquía” del Club Unión también lo hizo. Hechos recogidos en las memorias de una distinguida dama de la ”gran sociedad”, delatan como ”actos normales” el apoyo a las tropas invasoras del ”Norte revuelto y brutal”.
Es ”prohibido olvidar”, además, que el primer gobierno (triunvirato Endara-Arias-Ford), de la era pos invasión o de la plutocracia corrupta y clientelar, fue juramentado en la base estadounidense de Clayton y el presidente Guillermo ”Cuchungo” Endara asumió el poder trepado en una tanqueta de los gringos.
Por ello, no nos debe extrañar la esencia antinacional del poder económico y del gobierno actual. Son los mismos descendientes de la oligarquía de ayer, que hoy se confabulan con la empresa minera transnacional FQM, para continuar extrayendo el cobre y otros minerales metálicos, pese al Fallo de Inconstitucionalidad de la Ley No 406 de 2023.
En conclusión, hoy, como ayer, le corresponde al pueblo enfrentar a los enemigos de la Patria y a los ”vendepatria”, confabulados para burlar el mandato del poder originario, expresado a través de la ”radicalización democrática” de octubre-noviembre pasado, que dijo: ¡No a la minería metálica a cielo abierto! ¡Si al «Panamá Verde», ecológico y solidario!
¡Así de sencilla es la cosa!
