Todos Santos VS Halloween en Bolivia

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Fiesta de Todos santos, en Bolivia. (Foto: Bolivia informa).

Por Jorge Petinaud Martínez

La Paz, (Prensa Latina) – Con el trasfondo del golpe de estado denunciado en Bolivia por el presidente, Evo Morales, la Casa del Artista centró este noviembre el enfrentamiento cultural entre la Festividad andina de Todos Santos y la anglosajona de Halloween.

“Es impresionante cómo las redes sociales nos han enredado, antes Espartaco era un hombre libre, pero lo encadenaron para que no pudiera hacer revoluciones, sin embargo, esas cadenas las tenemos hoy en la cabeza”, afirmó en entrevista a Prensa Latina Willy Flores, director del grupo de teatro Albor.

Autor de la versión teatral sobre Las venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, presentada exitosamente en varios continentes, Flores funge también como coordinador de la programación de la Casa del Artista, en esta urbe gubernamental.

Preocupado por lo que denomina colonialismo cultural, el intelectual reflexionó sobre el arraigo en la región de una tradición de origen anglosajón como la de Halloween, en contraposición de otra de origen ancestral, la de Todos Santos.

Halloween ‒contracción del inglés All Hallows’eve (Víspera de todos los santos, Noche de Brujas o de Difuntos)‒, es una celebración moderna surgida del sincretismo.

Sus raíces están vinculadas con la tradición celta del Samhaim ‒fin del verano‒ y la festividad cristiana del Día de Todos Santos, impuesta durante la colonia en la actual América Latina por la iglesia católica, y que se celebra el 1 de noviembre.

Con máscaras y disfraces de figuras monstruosas, miles de personas esperan ese acontecimiento en la noche del 31 de octubre, sobre todo en Estados Unidos. Por esta vía, la costumbre se expandió hacia Iberoamérica y ganó adeptos especialmente entre los jóvenes.

En la casa del artista

Flores considera que en la época de las redes sociales ‘los chicos son piezas fáciles porque carecen de una información de la riqueza cultural enorme que tenemos los latinoamericanos’.

Sobre esa base, el coordinador de las actividades de la Casa del Artista considera que son más vulnerables a adoptar propuestas como el Halloween o el reguetón como prácticas, a veces, incluso, estimulados desde pequeños por sus padres.

‘Pero Bolivia tiene una capacidad, una tradición, una riqueza cultural impresionante ‒comentó Flores a esta agencia de noticias‒, y a partir de este criterio ideamos La Ruta de Todos Santos, recorrido desde La Casa del Alba Cultural hasta la contigua Casa del Artista’.

En forma de puesta en escena, Albor, otras agrupaciones teatrales y músicos de la Pinkillada explicaron a cientos de visitantes el contenido de esa tradición arraigada en la cosmovisión andina.

Con este proyecto, lanzaron un desafío a espacios públicos y privados para en propuestas de este tipo difundir la cultura boliviana.

‘Existen en Bolivia muchas casas del terror, costosas, que ofrecen recorridos como oferta de recreación, sin embargo, esta propuesta basada en nuestra cultura hizo felices desde el mediodía del 1 de noviembre hasta el del día dos a cientos de personas’, explicó.

Flores significó que, tras este comienzo, el próximo año los elencos artísticos crearán rutas con cuentos andinos y costumbres basadas en la identidad del Estado Plurinacional.

“No pretendemos que desaparezca la celebración de Halloween, pero aspiramos a estar 50 por ciento a 50 por ciento ‒comentó‒, eso sería un gran logro porque ahora estamos 90 a 10”, subrayó.

Héroes de nuestra América

La imagen de Fidel Castro, Hugo Chávez, Che Guevara, Simón Bolívar y otros héroes resaltaba en la mesa instalada en la Casa del Artista de esta ciudad en la Fiesta de Todos Santos.

“Todos estos héroes vinieron al mediodía del 1 de noviembre con motivo de la Fiesta de Todos Santos y el 2, a esa misma hora los despedimos, pero siguen aquí con nosotros”, indicó el director del grupo Albor y del recorrido cultural Ruta de Todos Santos.

Según la tradición andina, cada año al llegar noviembre retornan las almas (ajayus) de los seres queridos ya fallecidos.

A ellos se les espera con altares armados para los difuntos conocidos como apxatas con alimentos, bebidas y, sobre todo, las tantawawas, elementos de especial significado en esta festividad.

En Bolivia, esta tradición se mantiene como una de las costumbres que sobreviven frente a un marcado sincretismo cultural, que pervive en la práctica y es transmitido de generación en generación.

Los sabios aymaras o amautas reiteran en sus prédicas que venimos de un Wiñay Marka (Pueblo Eterno), adonde volveremos, y por tanto la muerte no existe, pues el fallecimiento de un ser querido significa su retorno al pueblo del que partió.

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