Por Jairo H. Pertuz S.
Periodista y analista internacional
Los dos factores de mayor importancia para la humanidad son Educación y Salud. En ambos, la mayoría de países viene fallando. En Panamá, ambos adolecen de lo mas elemental, pues prevalece la politiquería, el amiguismo, el clientelismo y no los más calificados y mejor formados en cada disciplina.
Los ministro y sus equipos deben ser escogidos por méritos y no por ser miembros de partidos políticos o por pertenecer a clanes o a roscas parasitarias. Las fallas se encuentran desde la formación básica, que no es integral, desde la Primaria y la Secundaria, donde han sido eliminadas materias importantes para los futuros ciudadanos. Ejemplo: Relaciones de Panamá-EEUU y unos bachilleratos que no forman ciudadanos sino personal para un mercado laboral comercial, Lo demás no importa.
Pareciera que no se quiere ver surgir a juventudes bien formadas para forjar un pensamiento critico que facilite la toma de decisiones a futuros profesionales. El mundo cambia, y así debe ser, hacia el progreso y la eliminación de desigualdades y estigmas infundados y vergonzosos.
El tema actual con el señor Donald Trump, de querer seguir imponiendo a Panamá y al mundo la acostumbrada ley del más fuerte, robándole territorio y riquezas a otros países, aún persiste. Washington mantiene una multimillonaria deuda con este pequeño país, al que ocuparon durante 100 años sin pagar un dólar, al cual luego impusieron arbitrarias y criminales ”sanciones” y luego volvieron a invadir militarmente, dizque para llevarse a su agente de la CIA. Es necesario recordar el asesinato de miles de personas civiles desarmadas, incluidas mujeres y niños, por cuyos daños tampoco han pagado un dólar de indemnización a sus familiares.
Señor Donald Trump:
¡Usted y sus secuaces no volverán a salirse con la suya! ¡Tienen que aprender a respetar a Panamá y al resto de países del mundo!
Estados Unidos posee el récord mundial de actuaciones repudiables, abusivas y criminales, a saber: Invasiones y sanciones arbitrarias, cientos de bases militares alrededor del mundo, la mayoría sin pagar un dó lar, mayor presupuesto para guerras e injerencismo en asuntos internos. Asimismo, es el país más violador de los derechos humanos alrededor del planeta, que más crímenes y muertes provoca. Sólo con esas menciones, Estados Unidos es el que más daños causa a la humanidad. De allí, su decadencia actual, por la que Dios los obligará a rectificar.