Por Virgilio Cerrud A.
Sociólogo y docente universitario y miembro del Colectivo Bayano -VT
Para nadie es un secreto que el actual gobierno de Panamá surgió huérfano del apoyo de la mayoría de los electores, ya que sólo obtuvo un escuálido 34% de los votos emitidos en las urnas, en los comicios generales del 5 de mayo de 2024.
El mandatario ha conformado un equipo de gobierno conocido popularmente como ”pica say”, tomando de referencia lo hecho por el ex presidente panameño Ernesto Pérez Balladares, cuyo mandato se extendió de 1994 a 1999.
En otras palabras, ha sido estructurado un gabinete gubernamental que responde al reacomodo del poder económico y político de la burguesía financiera parasitaria, de los amigos donantes de campañas (First Quantum Minerals Ltd. y otras transnacionales), de la embajada norteamericana y el Comando Sur, dirigido a la aplicación de la política neoliberal.
El primer interés de la burguesía parasitaria representada en las asociaciones empresariales y el gobierno del presidente Mulino, es “reformar” a la Caja de Seguro Social (CSS). Los grupos que acompañan al oficialismo ya se tomaron la administración y ahora van por el control de los fondos y los recursos que generan los distintos programas de esa institución.
No en vano tienen el ojo puesto sobre el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), con las medidas paramétricas y de tres pilares. De igual manera, aspiran a dominar los recursos provenientes de las licitaciones de compras de medicamentos, insumos, equipos quirúrgicos, médicos y demás. Ya sea a través de la privatización directa o de la llamada “tercerización” que, para el caso, es lo mismo.
Por ello, el Órgano Ejecutivo ha organizado una mesa de “conversación” o de “escucha” de las propuestas. En ese escenario, el gobierno decide quiénes van a participar, e impone la metodología y el tiempo en que se va a dar la “escucha”. Por último, hay que anotar que la mesa tiene fecha de cumpleaños.
Como dijo alguien por ahí, esos encuentros promovidos por el Órgano Ejecutivo son una “conversación de Yo con Yo”, en la que van de la mano el oficialismo y los empresarios. La realidad es que en ese llamado diálogo no se toma en cuenta las bien fundamentadas propuestas de los trabajadores.
Definitivamente, ello es una BURLA a todos los trabajadores de las empresas privadas y del sector público, al pueblo y, sobre todo, a los jóvenes profesionales que esperan tener una oportunidad de empleo y el derecho a un retiro digno con una pensión decorosa y justa al culminar su ciclo laboral.
Es necesario aplaudir las iniciativas de los trabajadores organizados, los gremios médicos, docentes y profesionales. De igual manera, es importante elogiar la dedicación de economistas, sociólogos y cientistas sociales comprometidos con la dignidad del pueblo, a los movimientos de jubilados y pensionados, quienes recorren las cabeceras de distritos y provincias, y las comarcas y comunidades rurales para defender la posición de los sectores que luchan a favor de las conquistas de los cotizantes y la no privatización de la CSS.
En ese sentido, es necesario restar fuerza de impacto al poder mediático que está a disposición del gobierno y de sectores de la empresa privada que promueven medidas lesivas a los intereses de los asegurados, jubilados, pensionados y beneficiarios.
Todo ello, revela la importancia de apostar por una jubilación decorosa y una remuneración con la cual puedan vivir. Ni los tres pilares, ni las medidas paramétricas del oficialismo son alternativas para la masa trabajadora que reclaman justicia social.
El gobierno y los empresarios tienen bien claro que las protestas de julio de 2022 y la oposición a la minería a cielo abierto en 2023 despertaron el sentimiento de lucha del pueblo panameño, que rechaza imposiciones y actos que comprometen el bienestar de la población y la Salud Publica.
A través de estas líneas, se hace un llamado al movimiento social y popular para seguir en pie de LUCHA y ALERTA. Es fundamental asumir una posición unitaria e impulsar una propuesta única, centrada en el retorno al pilar SOLIDARIO que represente la dignidad de los trabajadores, de los jubilados y de los beneficiarios del Seguro Social.
El futuro es nuestro.
¡Así de sencilla es la cosa!