Poseedora de una geografía estrecha, vinculada a la agricultura, al comercio y al transporte aéreo y marítimo, Panamá es hoy centro de un debate sobre la posibilidad de migrar hacia un Estado minero.
La firma de un contrato entre el gobierno panameño y la empresa Minera Panamá, S.A., ha intensificado ese debate a pocos meses de los comicios generales de mayo de 2024, lo que convierte a la minería a cielo abierto en foco de discordia política.
Los movimientos sociales rechazan el mencionado acuerdo y advierten que este no es un país minero y que la minería puede traducirse en un espejismo de bonanza temporal y en la ruina ambiental duradera en un territorio degradado.
Café Bayano reconoce que la población que no ha sido tomada en cuenta para la explotación del patrimonio nacional o la construcción en su territorio de un enclave minero que atenta contra la soberanía de Panamá y su patrimonio.
Ojalá que este espacio de análisis arroje luces sobre el conflictivo contrato minero, el futuro de los recursos hídricos y los riesgos que entraña la decisión de privilegiar la minería.
