Bayano digital reproduce a continuación el enérgico manifiesto a la nación emitido por los colectivos de mujeres panameñas que han dado un paso al frente, a favor de las demandas soberanas, económicas, políticas y sociales ante la agudización de la crisis que enfrenta Panamá:
Las mujeres representamos el 50.4% de la población nacional al 2025. Somos hijas, hermanas, madres y memoria colectiva de las luchas de nuestra patria. Nutrimos, protegemos, como trabajadoras en los hogares, portadoras de tradiciones en las comunidades, en diversas profesiones y oficios como un aporte clave para el desarrollo integral del país. Actualmente somos el 66% del sector docente, más del 85% en enfermería, el 88.2% del trabajo de servicio doméstico y más de la mitad en las áreas científicas de la salud, las ciencias sociales y el sector cultural (artes, cultura, deportes).
La “ciudadanía” de la mujer panameña fue alcanzada por nuestras antecesoras hace menos de 80 años, tras décadas de lucha por el derecho al sufragio universal y el acceso a la educación formal. En la década de 1990, el movimiento de mujeres desarrolló propuestas de políticas públicas para la igualdad de oportunidades en Panamá, y desde entonces anhelábamos un Ministerio de la Mujer. En pleno siglo XXI, aún nos encontramos defendiendo y demandando la necesidad de sostener esta institución con personal idóneo y el presupuesto necesario para “promover la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la prevención de la violencia basada en género”.
Estos no son temas superados: la violencia doméstica sigue siendo el segundo delito más denunciado en el país y no hay paridad en la representación en los órganos del Estado. Aun cuando Panamá ratificó el convenio 190 de la OIT, asumiendo el compromiso de protección y salvaguarda en favor de las víctimas de actos de violencia, hostigamiento y acoso, constatamos como se viola con la represión ejercida contra educadoras, estudiantes, obreras, campesinas e indígenas.
Como herederas de Julia Palau de Gámez, Clara González, Gumercinda Páez, Esther Neyra de Calvo, Felicia Santizo, Marta Matamoros, Sara Sotillo, Diana Morán, así como de las diez mil mujeres que en 1947 marcharon en defensa de la soberanía nacional para derogar el Tratado FilósHines, las mujeres panameñas, en toda nuestra diversidad, nos unimos ante el histórico compromiso para manifestarnos frente a la grave crisis que enfrenta el país para afirmar y sostener:
● La defensa de la soberanía nacional que para nosotras se vincula con la soberanía y autonomía sobre nuestros cuerpos, libres de violencia, y con una vital soberanía alimentaria. Decimos NO al memorándum inconstitucional, que expone aún más el país a la presencia militar estadounidense, mientras nos amenazan con despojarnos del control del Canal de Panamá y que se firmó tras la “NO escucha” de ofertas de acciones multilaterales para enfrentar al país que nos ha avasallado históricamente.
● La defensa de la seguridad social solidaria y la derogatoria de la Ley 462 como un reclamo legítimo. En 2024, las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, así como diversos sectores, presentaron sus propuestas bien documentadas, con equipos de abogados y economistas, tanto ante el Órgano Ejecutivo como ante el Legislativo. Sin embargo, mientras la mayoría de las propuestas coincidían en un sistema solidario, la NO escucha produjo una ley que se basa en cuentas individuales, que nunca podrán sostener la vejez del 70% de las y los panameños sin capacidad de ahorro, porque se gana menos del costo de la vida según la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá.
● La defensa del cuidado del medio ambiente, como el modelo de desarrollo del país, en oposición a los modelos extractivistas que acaban con la vida de la naturaleza y de las personas, como la ciudadanía ha exigido y exige. Es evidente la NO escucha del gobierno a un pueblo que en 2023 habló claro diciendo NO a la minería metálica y que no respeta al Estado de derecho, pues la Corte Suprema de Justicia en su fallo señala la incongruencia de la minería metálica a cielo abierto en el corredor biológico mesoamericano. Además, decimos NO al embalse del Río Indio que reproduce la desaparición de comunidades y biodiversidad para mantener el modelo de país transitista en tiempos de cambio climático.
● La defensa y promoción de los derechos humanos, el derecho al disenso y a la protesta, y a la no criminalización de la misma, especialmente cuando se trata de grupos históricamente vulnerados.
○ Un presidente, quien se ha autodenominado de “mecha corta”, junto con los ministros (de Seguridad, MEDUCA, MITRADEL) y Contraloría, representa fielmente a los sectores que favorecen, con los que sí se reúne, lo cual evidencia la exclusión de las mayorías. Padecemos de una autoridad gubernamental violenta que genera violencia aún en manifestaciones pacíficas, comparable con un padre que se impone y es incapaz de leer la realidad de su casa y escuchar a aquellos a quienes sirve. Que, además suma, una tras otra, imposiciones que afectan a todos o a unos pocos de la casa, convencido de que solo su visión es la verdad. Mientras, en realidad, suma razones para que explote el descontento.
○ Solo la protesta que incomoda, que molesta, es la que ha demostrado que puede incidir en los cambios sociales. Las protestas a orilla de la acera, lamentablemente, no han logrado el reconocimiento de ningún derecho. Todos los días vemos personas cerrando calles por falta de agua, electricidad o caminos, pues es la única forma en que han logrado ser escuchadas. Y esto es evidencia de la ausencia de formas de participación y de representación de las mayorías.
○ La NO escucha, la falta de participación, la corrupción y el irrespeto, con detenciones arbitrarias, violación de la autonomía universitaria y de la libertad sindical, contribuyeron a la falta de credibilidad de los gobiernos y la creciente inequidad, como lo demuestran los índices de pobreza multidimensional que afectan principalmente a mujeres y niñas.
Desde nuestras diferencias y diversidad, afirmamos lo que nos une:
La imperiosa necesidad de crear condiciones para una escucha real y respetuosa como camino para construir el bienestar, la igualdad y la paz. Somos tercas en la esperanza y reivindicamos el amor a la Patria, a la gente —especialmente a las y los más excluidos— y a la naturaleza.
Nos manifestamos en contra del autoritarismo y el irrespeto hacia el pueblo que se ejerce desde la presidencia y los puestos de poder. El uso excesivo de la fuerza, justificado ante los medios de comunicación como un acto necesario, responde a problemas generados por las propias autoridades.
Demandamos el cese de la represión y la búsqueda de posibilidades de verdadera escucha y diálogo: La justicia social, la inclusión y la equidad son los caminos para la construcción de la paz, libre de autoritarismos y violencias.
Como en muchos momentos de la historia, hacemos un llamado a la diversidad de mujeres de este país, a manifestarnos por el cese a la represión, y por la construcción de espacios que posibiliten un diálogo respetuoso. Las animamos a unirse a este llamado.
Suscribimos las siguientes organizaciones:
Alianza de Mujeres de Panamá
Asociación Cultural FÉMINA Asociación de Sociólogos y Sociólogas Egresados de la Universidad de Panamá (ASSEUP) Centro de Capacitación Familiar (CEFA)
Coalición de Mujeres y Familias (CIMUF)
Colectiva Isadora, Mujeres en lucha
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM)
Colectiva Odón Razonero
Colegio de Sociología y Ciencias Sociales de Panamá (CoSCieSPa)
Coordinadora de Mujeres Gunas OLOWAILI
Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de Panamá (CONAMUIP)
Espacio Encuentro de Mujeres – Feministas en Movimiento
Fundación CLARESAS
Fundación ÉPICA
Mujeres de la Fundación INDICRI – Industrias Creativas desde la Investigación
Hijas de Alkebulan
Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá- CRU Veraguas
Red contra la Violencia a la Mujer del distrito de Aguadulce
Red contra la Violencia Doméstica y Sexual de Veraguas
Sindicato Gremial de Trabajadoras y Trabajadores del Servicio Doméstico y Similares (SINGRETRADS)
Unión Nacional de Mujeres Panameñas (UNAMUP)
Voces de Mujeres Afrodescendientes (VOMAP)