Máquina que reproduce piel para injertos en humanos

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La máquina denovoCast –que no es mucho mayor que una mesa de café– promete democratizar la producción de piel personalizada para quemaduras graves. CSEM.

Es una esperanza real para más de 11 millones de personas en el mundo afectadas cada año por quemaduras graves. Una empresa emergente suiza presenta la primera máquina capaz de generar, en grandes cantidades, piel para injertos a partir de una muestra tomada del propio paciente.

Por Marc-André Miserez
Swissinfo.ch

“No es piel artificial, pero tampoco es exactamente piel natural. Si queremos ser precisos, es un equivalente al tejido cutáneo a partir de la bioingeniería”, explica Daniela Marino, cofundadora y directora de CUTISSEnlace externo, empresa surgida en 2017 en el Hospital Infantil Universitario de Zúrich.

El proceso es revolucionario. En el laboratorio se “cultivan” células cutáneas a partir de una pequeña muestra de piel sana que se toma a la persona quemada, que luego se combinan con un hidrogel para obtener piel nueva. Denominada denovoSkin, tiene un milímetro de grosor, como la dermis y la epidermis naturales medias.

La gran ventaja frente a las técnicas tradicionales es que del equivalente al tamaño de un sello de correos se puede obtener prácticamente el equivalente a un mantel individual. “En la actualidad, se puede multiplicar la superficie de la muestra original por 100, y nuestro objetivo es llegar a 500”, precisa Daniela Marino. Cabe recordar que el método tradicional consiste en injertar un trozo de piel sana que únicamente puede estirarse hasta nueve veces su superficie. Cuando hay personas con quemaduras del 50, 60, 70% o más de su cuerpo, se ve con facilidad dónde radica el problema.

Del laboratorio al mercado

Hace tiempo que DenovoSkin ha superado ya la fase de prototipo de laboratorio. Y en estos momentos el producto se somete a ensayos clínicos de fase IIb. En Suiza, la UE y los Estados Unidos ha sido designado como “fármaco huérfano” (medicamento importante para las enfermedades raras). En la práctica, esto significa que los pacientes ya están recibiendo trasplantes denovoSkin, pero no más de dos por caso.

También cuenta con permisos especiales para el “uso compasivo” en ocasiones en las que “es capaz de superar cualquier tratamiento médico actual para heridas cutáneas grandes y profundas, con resultados potencialmente salvadores y que cambian la vida del paciente”, como indica CUTISS en su comunicado. Algunos grandes quemados ya se han podido beneficiar de los injertos de denovoSkin en amplias zonas de sus cuerpos.

Después de esta etapa, y para completar la fase III, el producto todavía tendrá que demostrar su eficacia en un gran número de pacientes. Por lo que Daniela Marino no prevé que llegue al mercado antes de 2023, “como muy pronto y si todo va bien”.

La máquina que va a cambiarlo todo

Con su parte de alta tecnología, incluso futurista, ¿no será denovoSkin un tratamiento reservado únicamente a las personas pudientes? Aquí es precisamente donde el anuncio realizado el pasado 24 de junio adquiere todo su sentido.

“Lo pensamos desde el principio. Está claro que los países del Sur tienen muchas más tragedias relacionadas con las quemaduras y, por desgracia, también a causa de las guerras”, cuenta Daniela Marino. De momento, fabricamos totalmente a mano, con personal altamente especializado, en salas estériles, y todo esto resulta muy caro. Pero la máquina va a permitir que el precio se reduzca considerablemente y que el tratamiento sea asequible incluso para los países en desarrollo”.

La máquina es denovoCast, desarrollada con el Centro Suizo de Electrónica y Microtecnología (CSEMEnlace externo) de Neuchâtel. En un proceso completamente cerrado, sin ninguna intervención manual, es capaz de fabricar simultáneamente varios injertos de piel. Sus diseñadores esperan que el tiempo de producción se reduzca más del 30% y se obtenga una calidad constante.

Una vez aplicada a la herida, la denovoSkin pierde su hermoso color rosa fluorescente y adquiere rápidamente un tono natural. CSEM.

CUTISS parece estar bien preparada para abordar un mercado estimado en más de 2 000 millones de dólares para las quemaduras graves y más de 5 000 millones para la reconstrucción de las cicatrices de las quemaduras, solo en Europa y Estados Unidos. ¿No es eso un poco mucho para una empresa que en este momento tiene menos de 40 empleados? “Hay 20 centros de excelencia para el tratamiento de quemaduras graves en Europa. Empezaremos por trabajar con ellos, y podemos hacerlo por nuestra cuenta. Después, por supuesto, tendremos que encontrar socios”, dice Daniela Marino.

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