Por David Carrasco
Director de Bayano digital
Académicos y líderes de diversos movimientos sociales panameños llamaron a combatir el modelo económico neoliberal vigente, al que atribuyen la responsabilidad en el agravamiento de la compleja crisis social y ambiental que enfrenta Panamá.
El planteamiento fue sustentado por investigadores que disertaron en el Foro sobre la visión transitista de desarrollo actual vs la visión integral y alternativa de desarrollo del país”, convocado por la organización Polo Ciudadano, que reúne a intelectuales panameños y a promotores del pensamiento crítico.

El profesor Mario Enrique De León, uno de los conferencistas, destacó en su conferencia ”Orígenes y consecuencias del transitismo” la histórica concentración de la riqueza en manos de familias acomodadas en la zona de tránsito, así como la exclusión de las poblaciones indígenas y afrodescendientes en otras regiones de Panamá.
De León destacó que las intensas protestas populares en las empobrecidas provincias de Bocas del Toro y Darién, reflejan las contradicciones generadas por el modelo de exclusión prevaleciente que arrincona a los sectores marginados.
Reseñó que el débil desarrollo de la ciencia y la tecnología es una de las causas importantes de la enorme brecha que hay entre las economías de las metrópolis y la de los países periféricos. En ese ámbito, advirtió que Panamá ha mantenido, de forma tutelada, un modelo económico-social de tránsito, en el que las actividades terciarias condicionan las relaciones de trabajo, moldean la naturaleza e influyen sobre las formas ideológicas de la nación.

Al respecto el economista y docente universitario Gersán Joseph puntualizó que “durante 300 años, los recursos y riquezas del istmo de Panamá sirvieron para que las economías de España y de otras potencias coloniales dieran el salto hacia el desarrollo, mientras 15 generaciones de nuestros antecesores vieron transcurrir sus vidas en la más absoluta miseria e indigencia”.
Joseph, quien abordó el tema de los modelos impuestos a Panamá, dijo que ”el 90 por ciento de los beneficios que generó la posición geográfica desde 1822 hasta 1903 ingresaron a las arcas de tesoro del Estado colombiano y durante el siglo XX, contribuyeron al crecimiento de la economía norteamericana”. Añadió que, debido a ese modelo, ”la mayor parte de ocho generaciones de panameños siguieron viviendo en la miseria y pobreza”.
El economista reconoció que la imposición de un modelo neoliberal, elitista y concentrador de la riqueza en pocas manos ha multiplicado el malestar de una población sometida al abuso, al despojo del patrimonio nacional, al expolio de las ganancias derivadas de su posición geográfica y a la anulación de las conquistas sociales obtenidas en el siglo XX.
Joseph resaltó que “la cooptación del aparato estatal por grupos políticos y empresariales, que lo usan para beneficios propios, distorsiona el funcionamiento de la economía y provoca el debilitamiento del sistema democrático”.

Por su parte, el ingeniero Ivanor Ruiz se refirió a la crisis del sistema hídrico, el neoliberalismo y el transitismo en Panamá. En su disertación, sostuvo que el neoliberalismo ha sido impuesto en este país en el tratamiento de los conflictos en el uso del agua, lo que se refleja en serios problemas para garantizar el suministro permanente del vital líquido en áreas pobladas en la República.
Pese a los elevados ingresos económicos anuales, provistos por la operación el Canal de Panamá, Ruiz previó que los conflictos por el acceso seguro al agua potable y el saneamiento se agravarán ante la falta de un plan de desarrollo económico y social consensuado, que debería tener bases funcionales de coordinación interinstitucional para romper el desequilibrio territorial acentuado por el transitismo y la injusta distribución de las riquezas.
En ese sentido, recordó que el investigador y consultor Manuel Zárate propuso la disposición de seis polos de desarrollo socioeconómico y ambiental, adicionales al ”metropolitano interoceánico” (Chagres, Gualaca, Cañazas, Canajagua, Coclesito, y Mortí), para encarar las necesidades de la población empobrecida y dinamizar el desarrollo territorial del sistema socio-ambiental.
Ruiz afirmó que es necesario resolver el imperante sistema de fragmentación institucional y privilegiar el desarrollo humano en un país con los mayores niveles de desigualdad en el mundo, sometido al expolio de grupos económicos desvinculados con los objetivos nacionales y el ejercicio de la soberanía.

El relator del evento, el sociólogo Roberto Pinnock, enfatizó que la democratización del país pasa por la organización y la adecuada coordinación de los movimientos sociales, y de su adecuada comprensión de las raíces económicas, políticas e ideológicas de la crisis del neoliberalismo.
Pinnock resaltó en el resumen la importancia de la defensa del territorio ante la voracidad de multinacionales involucradas en la intensiva explotación de los recursos minerales,. Reconició que la agresión en perjuicio del ecosistema pone en peligro la biodiversidad, las fuentes hídricas y los derechos de las comunidades presionadas por un modelo autoritario, depredador y excluyente.
El foro convocado por Polo Ciudadano contribuyó a reforzar la idea de la necesaria refundación del Estado panameño para poder alcanzar los objetivos de justicia, equidad y derechos de la población. De hecho, en el encuentro participaron activistas que rechazan el proyecto del embalse del río Indio para el suministro de agua dulce al Canal de Panamá.
