La poesía de Pedro Rivera
Pedro Rivera nació en la Ciudad de Panamá, el 5 de enero de 1939. Egresó del Instituto Nacional y realizó estudios de Sociología y Filosofía e Historia en la Universidad de Chile y en la Universidad de Panamá, respectivamente.
En 1958, fundó el grupo “Gaspar Octavio Hernández”, organización de escritores jóvenes que se formó en las aulas del Nido de Águilas. Fue miembro del Consejo Ejecutivo Federal de la Federación de Estudiantes de Panamá de 1958 a 1959. Dirigió la columna “FEP en Marcha” y el periódico estudiantil “Federación”. Escribía con el seudónimo de Marco Pueblo. Su poesía fue publicada en periódicos mimeografiados, y de esa manera su poema “Canto a un día cualquiera, a una mañana inmensa” fue reproducido millares de veces y expuesto por las calles de Panamá.
En 1961, fundó el grupo “Columna cultural”. En 1963 fue secretario de Prensa de la Unión de Estudiantes Universitarios, y de 1962 a 1965 dirigió el periódico “Voz Universitaria”. En 1972,.presidió la Unión de escritores de Panamá. Este mismo año, fundó con Enoch Castillero, el “Grupo Experimental de Cine Universitario /GECU)
Dirigió la revista de cine y medios de comunicación Formato 16, de 1976 a 1984. La revista permitió crear la editorial Formato 16. Ese esfuerzo editorial abarcó la publicación Temas de Nuestra América. Ha dirigido, entre otros, los filmes, Canto a la patria que ahora nace, Ahora ya no estamos solos, 505, Un año después, Viva Chile, mierda, Ligar el alfabeto a la tierra, ¿Qué está haciendo el lobo?, Bayano ruge, Como si a Maceo Lorenzo diera un apretón de manos, Aquí hay coraje. Es Miembro Ejecutivo del Comité de Cineastas de América Latina, y en 1978 fue elegido Miembro de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.
En 1969, obtuvo el Premio Ricardo Miró, en las secciones Poesía y Cuento, con Los pájaros regresan de la niebla y con Peccata minuta respectivamente. Premio Ricardo Miró 1993, sección cuento, con Las huellas de mis pasos. Premio Ricardo Miró 2000, sección poesía, con la obra La mirada de Ícaro. Premio Ricardo Miró 2004, sección ensayo, con Condición humana, invasión y guerra infinita. Premio “Liga de amistad con los pueblos” por su filme Soberanía, Leipzig, 1975. Premio “Copa Azul” otorgado por la Unión de Periodistas de la Unión Soviética en 1976; Por Ahora ya no estamos solos y otros filmes en el Festival de Tashkent. Premio Caimán Barbudo otorgado por la revista del mismo nombre y también fue galardonado por el filme ¡Aquí hay coraje!, en el Festival de la Habana, 1979.
En el 2005, la Alcaldía de Panamá le dio la Llave de la Ciudad, por su aporte a la cultura nacional. En el 2008, El Consejo Nacional de Escritores, le confirió la Condecoración Nacional Rogelio Sinán. En el 2012, el Consejo General Universitario le otorgó el Doctorado Honoris Causa.
Estos son algunos de sus poemas:
La espera
Tejedora de amor y marinera
tejiéndome en su red enamorada
sobre olas de temor o mar de espada
o me enreda en su mar de enredadera.
Vuelve a tejer tus cárceles de espera
y nunca abras mi pena amurallada
porque tu amor es nave navegada
por mi jamás y siempre a tu manera.
Y si me das tu blusa o tu pañuelo
dame también las alas de tu vuelo
y llévame a volar a donde vuelas.
No me niegues la luna de tu mano,
tu sueño turbio de soñar lejano
y entrégame tu amor de izadas velas.
Del Libro: Despedida del hombre
La ruta de los vientos
Panamá es el país más parecido
a la Rosa de los Vientos.
No es extraño que esto lo haya escrito un periodista
en una revista militar.
Es cierto:
sólo que, bajo la lupa, más bien parece
una gota de sangre derramada sobre el mapa.
Es un país que se construye de las cosas destruidas
No es dueño de sus mares ni de su espacio aéreo.
Tampoco es dueño de sus alegrías:
hasta los chistes nos llegan enlatados.
Es una ruta,
un punto de partida, la Rosa de los Vientos,
aunque a veces de la impresión de una risa estancada.
No tengo la menor idea de cómo son las islas en el golfo.
Los que han ido reclaman su belleza tartamuda.
Cuentan que el viento del sur silba entre las hojas.
Cuentan que el sol se desmaya en las noches
con el desdén de una muchacha.
Los cocoteros son como sexos que hacen gemir de gozo
la piel erizada de las islas.
Es el plato fuerte del turismo.
Panamá se abre en el mapa como la Rosa de los Vientos.
Se dice que es la cuna de los mejores jinetes del mundo.
Hemos dado al mundo muchos campeones mundiales de boxeo.
Tenemos un campeón bate en las mayores.
Somos gente orgullosa.
Casi tenemos orgullo de nuestros 200 mil analfabetas.
Con el tiempo – también con el Canal – Panamá es el país
más parecido a la Rosa de los Vientos.
El cobre de Chile por estas aguas pasa.
El petróleo de Venezuela por estas aguas pasa.
El estaño de Bolivia por estas aguas pasa.
A pesar de nosotros por esta tierra pasan los barcos artillados:
la dinamita que matará niños en todos los puntos del planeta.
Una entraña abierta al amor conduce las bombas al sudeste asiático.
Por aquí pasa la sangre de todos los pueblos explotados
el sufrimiento de todos los hombres de la tierra.
Esa sangre mancha nuestra propia sangre.
Del Libro: Libro de Parábolas
Es interesante como a través de la literatura podemos dar a conocer lo que sucede en el país en este caso, buscando un poema de un escritor panameño encontré este poema, para hacer un homenaje en letras al país de Panamá.
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