”Las guerras no se inician con bombas, sino con mentiras”.
(Michel COLLON, Periodista Belga)
”Con o sin actas, Estados Unidos quiere el petróleo de Venezuela”.
(Claudio KATZ, CONICET, 11-08-24)
Desde hace un cuarto de siglo, el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela es objeto de una brutal agresión por parte del establecimiento financiero-militar-industrial-digital norteamericano, la Unión Europea, las corporaciones financieras e industriales internacionales y la derecha radical-fascista que ha venido posicionándose en la mayoría de los países de la Unión Europea y que, España mediante, lleva adelante una cruzada para imponer sobre toda América Latina y el Caribe, su “Iberosfera”, como la concibe la derecha radical-fascista española.
Se trata de una agresión que combina las tácticas y medios de las llamadas Guerras de cuarta y quinta generación (Alderman, 2015; William LIND, 1989; Martin Van CREVELD, 1991), que comprenden operaciones de contrainsurgencia, terrorismo, cognitivas, dominio de las mentes, cibernética, sanciones económicas, desestabilización política, manipulación de la realidad con el fin de que las poblaciones acepten de forma incondicional la información que se les proporciona ; es lo que también ha dado en denominarse Guerra híbrida, en el sentido de que emplean toda clase de medios y procedimientos convencionales y no convencionales, entre ellos el magnicidio, el despojo de activos y reservas monetarias y de oro depositados en bancos de Estados Unidos, Inglaterra y otros países, y la intervención electoral desde el extranjero.
La agresión en curso contra el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela trasciende su ámbito territorial y la dimensión meramente electoral como el complejo mediático internacional dirigido desde Washington y Miami pretende instalar en la opinión pública regional y global. Como es notorio, aquí se ha dado una internacionalización de la confrontación en la medida en que están involucrados actores de diversas partes del mundo, en particular, de Estados Unidos, la Unión Europea y América Latina. Empero, el conflicto se internacionaliza por los intereses que entran en juego, si se tiene en consideración que Venezuela posee los yacimientos de petróleo más grandes del mundo, así como de muchos otros importantes recursos naturales de valor estratégico económico y científico-tecnológico en la confrontación por la hegemonía entre un mundo unipolar que se resiste a desaparecer y un mundo multipolar que se abre camino inexorablemente y del cual Venezuela viene a ser un eslabón importante.
En la República Bolivariana se aplican algunas de las más sofisticadas estrategias de guerra diseñadas en los sótanos de los cuerpos de seguridad e inteligencia, el Pentágono e impolutos Think Tanks, la cara oscura de prestigiosas universidades y centros de pensamiento del mundo llamado desarrollado. Una de esas construcciones es el GOLPE BLANDO (Cfr. Gene Sharp) puesto en ejecución en Ucrania en 2014 contra Víctor Yanukovych, en Serbia en el 2000 contra Slobodan Milosevic, Brasil contra Lula, Bolivia contra Evo Morales y varias otras intervenciones enmascaradas como “Revoluciones de Colores”, tal como la que se desarrolla ahora mismo en Bangladesh, para no hablar del genocidio sionista contra Palestina, sin que se escuche la mínima protesta por las democracias occidentales que se rasgan las vestiduras por Venezuela. El Golpe Blando ha tenido amplia aplicación en América Latina, contra Mel ZELAYA, en Honduras; Fernando LUGO, Paraguay; Dilma ROUSSEFF y Luis Ignacio LULA, Brasil; Rafael CORREA, Ecuador; Cristina Fernández de KIRCHNER, Argentina; Evo MORALES, Bolivia; Pedro CASTILLO, Perú.
Los “5 pasos del Golpe Suave” se aplican a pie juntillas en Venezuela:
1. Ablandamiento: creación de un estado de malestar social, matrices de opinión sobre problemas reales o potenciales, desabastecimiento y escalada de precios de artículos de consumo masivo.
2. Deslegitimación: denuncias sobre violaciones de derechos humanos, autoritarismo, atentados a libertad de expresión.
3.Calentamiento de calle: protestas públicas, manifestaciones violentas, guarimbas, terrorismo, ataque a instituciones públicas y organizaciones sociales.
4. Combinación de diversas formas de lucha: ingobernabilidad, guerra sicológica, desinformación, noticias falsas, apoyo de dirigentes y organismos internacionales.
5. Ruptura institucional: promoción de fracturas al interior del Estado, de los organismos públicos, de las fuerzas armadas y policiales, injerencia de gobiernos extranjeros, invasión militar externa como la que demandan María Corina Machado y Edmundo González Urrutia para Venezuela.
Componente sustancial del golpe continuado en desarrollo para forzar el “cambio de régimen” que persigue estados Unidos en la República Bolivariana, es el alineamiento de varios gobiernos de su PATIO TRASERO tras ese objetivo, con la lamentable subordinación a esa política del gobierno de Panamá que actúa como “Cantalante” de sus más jorobados congéneres de la región, junto a Javier MILEI, Gabriel BORIC y Daniel NOBOA.
De la misma manera que en el cuento del danés Hans Christian ANDERSEN (1837), EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR, el Rey y la mayoría de sus súbditos no se atreven a reconocer que no ven el Traje que viste en el desfile, y que en verdad el Emperador está desnudo, para que no se diga que son estúpidos e incapaces, la derecha radical-fascista y el complejo cibernético-mediático fabrican una metarealidad que es asumida como verdad por varios reyezuelos de la región y sus súbditos que no admiten su desnudez, entre ellos el cruzado gobierno de Panamá.
Negando una política de neutralidad, no alineamiento, libre determinación, no intervención en los asuntos internos de otros países, principios que sustentan una política exterior auténticamente democrática, patriótica, en correspondencia con los más genuinos intereses de del país, JR MULINO sostiene que “Estados Unidos no tiene mejor aliado que Panamá”, en sintonía con la jefa del SOUTHERN COMMAND, Laura RICHARDSON, quien enfatiza la importancia Panamá como socio estratégico. Una nueva vuelta de tuerca del proceso en curso de entrega neocolonial del país y de sumisión del gobierno a la agenda neofascista y de despojo del imperio para Venezuela y el conjunto de América Latina y el Caribe, arrastrando a todo el país a la tenebrosa vorágine guerrerista e intervencionista de Estados Unidos en todo el mundo. No estaría de más recordarle a su excelencia queEstados Unidos no tiene amistades, sino intereses”. (John Quincy Adams, 6º. presidente de EEUU).