El crédito se convierte en reto bancario en Panamá

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Banco Nacional de Panamá.

(Nota elaborada con datos de la Superintendencia de Bancos de Panamá)

Con una economía afectada por la pandemia de Coronavirus (Covid-19), el aumento de la tasa de desempleo y el crecimiento de la informalidad, el desempeño del crédito será un reto desafiante para el 2021, reconoció el superintendente de Bancos, Amauri Castillo, en la presentación de los resultados de 2020 del Centro Bancario Internacional de Panamá (CBI).

En el evento denominado “Desempeño del sector bancario 2020 en un entorno impactado por la pandemia”, el superintendente sustentó que los sectores más afectados ese año fueron el comercio, construcción, sector inmobiliario, turismo y sus servicios relacionados. Además, se registró el alza en el desempleo por el orden de un 18,5%, la tasa más alta experimentada en Panamá en 20 años y, el de la informalidad al 52,8%. Todo ello tuvo impacto directo en el comportamiento de la cartera crediticia.

Castillo indicó que al estallar la pandemia de Covid-19, los fundamentos financieros del sistema bancario se mantenían robustos y estables, caracterizados por una “sana liquidez” y un “sólido nivel de solvencia”. Pero, al ser aplicadas medidas sanitarias de confinamiento, las entidades bancarias incrementaron significativamente los niveles de liquidez y solvencia, con el objetivo de enfrentar cualquier contingencia en el corto plazo.

Este comportamiento de prudencia financiera adquiere más importancia en la actualidad. De hecho, la industria no ha podido desembolsar el nivel de créditos acostumbrado, principal fuente de ingresos y elemento fundamental en la generación de utilidades. Ello se demuestra, cuando el nivel de utilidades del CBI reflejó una disminución de 839 millones de dólares o 45% menos que en igual periodo del año anterior.

En cuanto al índice de liquidez legal, el cual a diciembre de 2019 registró un 57%, al cierre de 2020 se situó cerca del 63.5%, impulsado por el incremento de los dineros colocados por el Estado en la banca oficial, como por el aumento en la captación de depósitos de particulares. Mientras, el índice de adecuación de capital sobre activos ponderados por riesgo es de 15.89% para el CBI, lo que representa, casi el doble del mínimo regulatorio que es de 8%.

Asimismo, la cartera crediticia local se mantuvo por el orden de 54,293 millones de dólares, estando destinada en un 53% a la banca de personas y un 47% al financiamiento, tanto a empresas como al sector público.

El total de activos para ese periodo alcanzó 130,352 millones de dólares, un 4.3%, versus el 2019, siendo el componente doméstico el de mayor crecimiento.

Los créditos nuevos desembolsados durante el 2020 sufrieron una reducción considerable por el orden del 40%. A partir del mes de septiembre de 2020 se observa un repunte en los desembolsos otorgados, los cuales se correlacionan con el comienzo de la apertura de las distintas actividades económicas.

Es importante destacar que más de un millón de operaciones de crédito se acogieran a las medidas de alivio financiero adoptados por esta Superintendencia, mediante el Acuerdo 2-2020, lo que significa que un número significativo de deudores han renegociado sus términos y condiciones y estarían pagando lo pactado, conforme a sus nuevos términos y condiciones.

Se ha mantenido una tendencia de crecimiento sostenido de los depósitos totales a lo largo del año y los mismos ascendieron a 95.196 millones de dólares, un crecimiento de 8,1%, comparado con diciembre del año anterior. Ese comportamiento se debe a los incrementos en los depósitos locales, los cuales, crecieron por encima de 7.000 millones de dólares (12.7%), mayormente influenciado por los fondos obtenidos por el gobierno nacional, con una variación positiva de 25%, como por los depósitos de personas y empresas, sector más importante dentro del total de depósitos locales, los cuales representan el 75% y que se incrementaron B/. 3,421 millones o un 8% en términos relativos.

El superintendente Castillo, dio a conocer, la hoja de ruta regulatoria basado en los estándares internacionales y los avances en el cumplimiento de las recomendaciones de GAFI, en materia de prevención de blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo, entre otros temas.

Otro tema de gran relevancia para la transformación y modernización de nuestro sistema financiero consiste en la aplicación gradual del sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR). Al respecto indicó que se continúa con la implementación efectiva de este sistema, el cual nos colocará en igualdad de condiciones competitivas que otros centros financieros del mundo y generaría grandes oportunidades de negocios para el sistema financiero panameño.

El superintendente reiteró el compromiso de continuar vigilante del equilibrio jurídico entre el sistema bancario y sus clientes.

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