Por David Carrasco / Cecilio Simon
Redacción de Bayano digital
Luego de décadas de guerras, con millares de víctimas, El Salvador enfrenta hoy uno de sus peores retos: la pandemia del Coronavirus (Covid-19), que pone a prueba la institucionalidad y la capacidad del Estado, dijo a Bayano digital la diputada salvadoreña Nidia Díaz, jefa de la bancada parlamentaria del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En una entrevista Vía Zoom, la representante del FMLN aclaró que la Asamblea Nacional de Diputados accedió a fortalecer las partidas presupuestarias del gobierno del presidente Nayib Bukele, para que en los próximos dos meses atienda las necesidades sanitarias en 162 municipios de ese país centroamericano golpeado por la pandemia y las medidas de restricción a los ciudadanos.
Subrayó que, por solicitud del Órgano Ejecutivo, la Asamblea aprobó el estado de emergencia nacional en El Salvador, debido a la proliferación de casos positivos. Al mismo tiempo, fue respaldada una iniciativa de control de precios por parte de la Defensoría del Consumidor para contener la ola inflacionaria en productos básicos y en la venta libre de mascarillas de protección, guantes y gel alcoholado.
Sin embargo, sostuvo que otro proyecto de decreto presentado por el Órgano Ejecutivo a la esfera legislativa, para la suspensión de garantías constitucionales, generó un fuerte debate y fue objetado por la Corte Suprema de Justicia. De hecho, la diputada puso en duda que El Salvador sea el modelo en Centroamérica en la lucha contra la pandemia, debido a un subregistro de casos y a la demora en la adquisición de equipos hospitalarios requeridos.
Díaz afirmó que la orden de confinamiento obligatorio para toda la población, ordenada en un Decreto Ejecutivo, derivó en abusos policiales, debido a que personas detenidas fuera de sus hogares fueron confinadas en bartolinas de las cárceles, junto a reos comunes, sin saber si esos internos estaban contagiados con el Covid-19. Añadió que persiste una larga espera de resultados clínicos en las pruebas de laboratorio (15 días). “Esas situaciones dan mucha desconfianza en El Salvador”, remarcó la dirigente del FMLN.
El gobierno salvadoreño reconoció que en ese país hay unos 32 casos de Coronavirus, pero mantiene en albergues a unas 4.000 personas. Adujo que ello sugiere que el equipo presidencial “improvisa las soluciones y manipula las estadísticas” de Salud, para dar una imagen dinámica en la lucha contra la pandemia. A ello, se suman problemas en la distribución de la ayuda a familias que acatan la prohibición de no salir de sus casas.
En cambio, Díaz adujo que las “maras” o pandillas violentas han tomado el control del territorio y se autoproclamaron custodios y garantes de la cuarentena oficial, lo que complica el escenario para frenar el surgimiento de nuevos casos de Coronavirus en ese país centroamericano y devolver la confianza a los habitantes. Las “maras” amenazan con palos y armas a quienes los desafían.
Añadió que en El Salvador hay unos 90 centros de confinamiento, pero faltan equipos de médicos de detección, e instó al gobierno a respetar los derechos humanos en la aplicación de su estrategia contra la pandemia, evitando la extralimitación de los agentes policiales. En la actualidad, los viajeros que arriban a territorio salvadoreño procedentes del exterior son recluidos en los cuestionados albergues.
Díaz conminó a Bukele a respetar la constitución nacional e impedir que la pandemia arrecie y amenace la estabilidad de ese país. Subrayó que es necesario actuar en forma coherente en la aplicación de una política de salud pública a favor de la población salvadoreña deseosa de superar la crisis que tiene gran impacto en el ámbito social y económico, así como en la base productiva y las exportaciones.
