DECLARACIONES DE LA PORTAVOZ DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES DE LA FEDERACIÓN DE RUSIA, MARÍA ZAJÁROVA, RESPECTO A LA SITUACIÓN ACTUAL EN VENEZUELA
09 de abril de 2020, Moscú
El país y su Gobierno legítimo están luchando contra la pandemia del coronavirus como lo hace todo el mundo. Con anticipación fue iniciada la cuarentena. A pesar de las sanciones severas e inhumanas por parte de los EEUU, se registra un nivel bastante bajo de contagios y de mortalidad en comparación con otros países latinoamericanos. De esto nos hablan con precisión las estadísticas de la estadounidense Organización Mundial de la Salud.
Venezuela no se quedó a solas frente a este desafío. Le están ayudando Cuba, China, Rusia que envió esta semana una nueva carga de equipos correspondientes que suponen ayuda en el diagnóstico de la enfermedad. Pero, lamentablemente, vemos que no todos están dispuestos a seguir los principios de solidaridad y humanidad. En nuestra última rueda dimos nuestras evaluaciones detalladas de las acciones y declaraciones de la Administración de los EEUU que tienen por objetivo el aumento de presión en contra de Caracas, incluyendo la presión militar.
Durante la última semana, a pesar de las limitaciones objetivas provocadas por las condiciones sanitarias y epidemiológicas, seguíamos informando a nuestros socios en Europa, América Latina, Asia sobre la posición de la Federación de Rusia y, de muchos de ellos, obtuvimos respuestas positivas. Creo que coincidimos con ellos en lo principal:
1. La solución de problemas en Venezuela debe ser pacífica y, por así decir, venezolana. Debe ser el resultado del diálogo entre diferentes fuerzas políticas dentro del país y no ser impuesta desde afuera. Esto está correcto para la evaluación de la situación, en general. Y tiene aún más certeza tomando en cuenta las condiciones de pandemia del coronavirus en el mundo. Tomándolo en cuenta, suponemos que la iniciativa de la democratización de Venezuela propuesta por el Departamento de Estado de los EEUU, fue elaborada, evidentemente, en una época diferente. Si la evaluamos junto con otros pasos emprendidos en los últimos días desde Washington como la apertura del caso de persecución de las autoridades venezolanas bajo unas acusaciones absurdas de todos los posibles e imposibles pecados, el inicio de ensayos de la armada estadounidense de gran escala en cercanía a la costa venezolana y demás, entonces las ideas expresadas por la parte estadounidense no se perciben como un paso hacia la búsqueda de una concordia nacional, sino como un ultimátum a las autoridades legítimas de un estado independiente y soberano. Después de estudiar el contenido de la iniciativa de Washington, creemos que no merece una respuesta seria.
- A pesar de esto, vemos que ahora está surgiendo una oportunidad única para formalizar en Venezuela un diálogo nacional real. El país tiene una agenda de unión que es la lucha contra la propagación del coronavirus. Es importante dejar de lado cualesquiera ambiciones políticas separatistas y unir los esfuerzos para combatir una amenaza realmente global. Por cierto, esta receta del día de hoy es universal. Hacemos un llamado a todos los venezolanos responsables, apoyamos la posición del Presidente Maduro tomada en este sentido y aquellos representantes de la oposición quienes incluso estando en desacuerdo con la política del Gobierno, ponen en lo más alto los intereses de seguridad y salud del pueblo.
- Hacemos un llamado a todos los actores externos, tanto en la región de América Latina como fuera de ella, apoyar este proceso, dejar de lado las dogmas y estereotipos ideológicos, poner en lo más alto las ideas de solidaridad y colaboración. Dirigimos un llamado igual a las autoridades de instituciones y organizaciones internacionales respetadas que se ocupan de la solución de tareas de prestación de ayuda.
Un comentario adicional.
En estos días escuchamos desde Washington sobre su disponibilidad de discutir el problema de Venezuela con nosotros. No estamos evitando este tipo de contactos y me gustaría decirlo así, mirando directamente a la cámara, a los diplomáticos estadounidenses. Pero esto no quiere decir que estamos dispuestos a cambiar nuestra política de principio y las evaluaciones de lo que está pasando, incluyendo el impacto desastroso de las sanciones calificadas absoluta y claramente como inhumanas, unilaterales por parte de los EEUU en la situación social y económica en Venezuela.