Omar Torrijos, escoltado por el poeta José de Jesús Martínez (Chuchú).
Por Mario Domínguez
Jubilado y miembro de Vanguardia Torrijista (VT)
@mariotonosi
1. Hace seis meses, era impensable que un presidente de Estados Unidos diría que pretende «recuperar» el Canal. Ya todos han escuchado sus perversos comentarios.
2. El Canal de Panamá es indefendible. Es una infraestructura civil inamovible. Cualquier potencia puede atacarlo con misiles o ser objeto de un ataque terrorista como las Torres Gemelas.
Desde la década del 70, el General Torrijos explicó que los panameños somos los únicos que podemos cuidar el Canal. Ese riesgo se mantiene latente, así como también es posible repetir la ”Operación Potable” que anunció el Dr. Rómulo Escobar en los momentos más complicado de los Tratados canaleros. De lo que se filtro a la sociedad, la ”Operación Potable” consistía en explotar las presas del Lago Gatún, secar ese embalse, y todo el mundo, incluida Panamá, entraría en crisis. Tocaría reparar las presas explotadas y esperar que las lluvias dentro de 3 a 5 años lo volviese a rellenar.
Antes seco que devuelto, así de sencillo debe entenderlo Trump y el mundo. Así de fuerte debe ser nuestra parada. Ganar-Ganar, o no hay trato.
3. La opción China hay que tenerla en cuenta. Si Trump logra salirse con la suya y en su guerra comercial elimina la neutralidad e impide el tránsito de mercancías chinas, con grandes pérdidas para el país asiático, entonces el canal chino a través de Nicaragua se convierte en una necesidad primordial de la geopolitica global. China tendría motivos económicos para dar el paso por Nicaragua y el Canal de Panamá saldría perdiendo el monopolio de la ruta interoceánica.
4. La opción de Panamá es seguir operando el Canal con eficiencia, con neutralidad total, con suficiente agua. Sería interesante acudir a la ONU y a la Organización Marítima Internacional (OIM) para que sean observadores garantes de que solamente Panamá es responsable del Canal.