Por Rafael García Denvers
Coordinador de Vanguardia Torrijista (VT)
En escritos anteriores, han sido advertidas las características predominantes en esta batalla por el futuro de la Caja de Seguro Social (CSS), por un lado, y por otro, el conveniente olvido manifiesto de los poderes dominantes, (El Lobo). A su vez, persiste la denuncia contra las presuntas ”buenas intenciones” de los poderes identificados por su esencia depreciable y elitista.
Pese a lo anterior,mente expuesto, es necesario mostrar cómo, con pleno conocimiento de causa y efecto, esos grupos económicos se apropian de las riquezas producidas por las luchas generacionales para alcanzar la soberanía sobre el territorio que el pueblo panameño recuperó.
Los grupos rapaces se apoderaron de las tierras y en un descarado mercado de Bienes y Raíces se repartieron las utilidades, porque no se segmentó un porcentaje para el mayor uso colectivo posible. Ejemplo: fondo de jubilaciones y pensiones. Además, fueron concesionados los puertos, particularmente el puerto de Balboa. Lo mismo ocurrió con el ferrocarril y qué decir de la inversión del Estado en la instalación de la fibra óptica, tema integrado a nivel de ley como fuente de ingreso económico para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), de la CSS. ¡Y ahora tienen el descaro de pedirle al pueblo que cargue la culpa de su traición a los intereses nacionales y su marcado interés de rapiña!
Se podría presentar un listado más largo de arbitrariedades, pero parece que el mensaje esta claro: el Lobo todavía tiene hambre. Esa fiera tiene como representante y facilitador de alimentos a un gobierno que para evitar confusiones y malos entendidos, ha establecido la dependencia de la manada de lobos, locales e internacionales.
Para buen entendedor, basta de argumentos. Los adornos y cuentos de los Dino, los Chapman y los Mulino no pasan de ser respuestas cortoplacistas. La realidad es que son el último refugio de un moribundo Modelo económico Neoliberal, individualista y antinatural que atenta contra la seguridad del ser humano, del panameño.
PANAMEÑO: ¡PONTE DURO, DEFENDAMOS AL SEGURO!