El anuncio del presidente de la República. José Raúl Mulino, de ”poner en cintura” a las empresas eléctricas que suministran un servicio deficiente a millares de clientes, revela una seria preocupación por el abuso de compañías extranjeras en este país.
Sin embargo, la raíz del problema eléctrico, que agobia a los panameños, hay que encontrarla en el proceso de privatización del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE), que en 1997 fue desintegrado en compañías de generación, transmisión y distribución de electricidad.
Unos 27 años después de ese proceso, realizado con el aval de organismos financieros internacionales, la población reconoce que ha sido víctima de un acto infame y de un saqueo descarado. Hoy, todos pagan una energía más cara, un servicio inestable y una facturación onerosa, con la casi nula supervisión del Estado.
Frente a los desmanes cometidos por las empresas del sector eléctrico, es imperativo garantizar la soberanía energética de Panamá.
Cómo se llega a una soberanía energética???