Tras la desaparición física de la Dra. Carmen Miró, primera demógrafa panameña en América Latina, han sido emitidas en Panamá diversos comunicados de luto y dolor.
Bayano digital se suma al sentimiento de pesar que embarga a los académicos universitarios y reproduce en esta sección dos notas de condolencias de los colaboradores de la eximia profesional.
Por Guillermo Castro
Sociólogo
Esta madrugada ha fallecido la Dra. Carmen Miró, a los 103 años de edad. Nació y creció en Santa Ana, donde a los seis años fue testigo de la intervención de las tropas extranjeras que pusieron fin a la Huelga Inquilinaria de 1925.
Estudió en el Instituto Nacional, y formó parte de la primera generación de egresados de la Universidad de Panamá.
Contribuyó a crear el Frente Patriótico de la Juventud, surgido de las movilizaciones en rechazo al Convenio Filós-Hines, en 1947.
Como directora de Estadística y Censo, le correspondió organizar y dirigir el censo de población y vivienda de 1950, que sigue siendo un referente de calidad en su desarrollo y sus resultados.
Tras cursar estudios de posgrado en la Universidad de Johns Hopkins y en la Escuela de Economía de Londres, pasó a trabajar con Naciones Unidas, como directora del Centro Latinoamericano de Demografía, en Santiago de Chile.
Sus logros en el campo de los estudios de población, y su aporte a la formación de demógrafos latinoamericanos, la llevaron a obtener el Premio Mundial de Población de las Naciones Unidas.
Colaboró con el Colegio de México y con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; creó el Instituto de Estudios Nacionales de la Universidad de Panamá, por invitación del Rector Abdiel Adames.
Y hasta que nos fue secuestrada por el Alzheimer fue una participante activa en la vida nacional.
Su partida confirma lo dicho por José Martí:
“Que la muerte no es verdad cuando se ha hecho bien la obra de la vida“.
Por José Antonio Gómez Pérez
Economista y catedrático de la Universidad de Panamá
Loor a su obra intelectual y su correspondiente participación de compromiso social con la nación panameña.
¡Que la paz celestial acompañe su alma en la eternidad!
Mi sentida condolencia a todos familiares, deudos y amigos.