¡Qué honrado he sido al poder compartir nuestras vidas!

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Ingeniero Luis Powell. (Foto Bayano).

Héctor Alemán
Especial para Bayano digital

Aunque la palabra ha sido la herramienta por excelencia en la lucha revolucionaria que hemos librado, que difícil resulta encontrarlas en momentos como este. Que difícil es decirle adiós a un compañero, a un amigo, a un hermano. ¡Y que honrado he sido al poder compartir nuestras vidas, que privilegio hermano!

Como siempre Lucho Powell, adelantándote, terco, desprevenido, auténtico y militante. Preocupado por todos, descuidado consigo mismo, dispuesto siempre al máximo de sacrificios. Voluntarioso, siempre firme y en primera fila del combate social.
Nunca dijo vayan, siempre era el primero.

Con inteligencia superior, profesional comprometido con nuestro desarrollo nacional.
Internacionalista, solidario. Lucho Powell vivió y abrazó con vehemencia las nobles causas de nuestros pueblos, militante de la solidaridad con Cuba, su otra patria. Martiano de pura sepa y revolucionario a carta cabal.

Fui su hermano; sus padres también eran los míos; y los míos los suyos, éramos mas hermanos, Joaco, Leopoldino, Rómulo, Tuto Aciago, Gudiño, Guille, entre muchos otros.
Canalizamos nuestras energías juveniles en el torrente revolucionario, desembocando en el torrijismo y allí plantamos tolda de rebeldía y lucha incalificable.

El siempre con la iniciativa, empujándonos con arrojo y valentía, fiel discípulo de nuestro maestro, el inmortal Antonio Yépez De León. Cuántas anécdotas, cuántas vivencias recorren hoy mi mente, cuántas tareas cumplidas, cuántas jornadas de lucha compartidas.

Nos tocó compartir con el vida plena, a profundidad, con sentido y con propósito. Que mejor existencia que la que forjamos en la lucha por nuestra soberanía y poder decir cumplimos Lucho.

Pero él, consecuente con su pensamiento y acción, dejó su último aliento en la lucha por la reivindicación de nuestra querida Colón, intransigente en la lucha, forjador de unidad, y arquitecto del nuevo Colón; de ese sueño imborrable que supo plasmar en proyectos concretos de desarrollo integral.

Irreparable pérdida Lucho Powell, mucho dolor inconsolable; se nos fue un amigo, un hermano; un camarada insustituible, un ser humano excepcional. De los que no deben morirse, cuando hay tanto por hacer.

Nos toca continuar sin descanso, el camino trazado, ahora con el aliciente de tu ejemplo de vida. No estaba preparado para esto, jamás tendremos corazón para enterrar a un amigo, pero si para sentirnos orgulloso de su ejemplo, y tener coraje para plasmarlo en estas líneas

Ve tranquilo hermano, por allá nos vemos.

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