Por Verónica DeVore
Swisinfo.ch
¿Qué consecuencia tiene para Suiza y Europa la decisión de Estados Unidos de revocar las regulaciones de neutralidad de la red? Podría frenar la innovación en línea, señala un investigador estadounidense que trabaja en Zúrich sobre temas de acceso a Internet. Pero, paradójicamente, agrega que muchas leyes destinadas a exigir un internet neutral pueden tener el mismo efecto.
La decisión de Washington “crea un ambiente favorable para los más grandes”, estima Brian Trammell. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos aprobó la semana pasada una modificación de la reglamentación que impedía a los proveedores de servicios de Internet cobrar a los proveedores de contenido un mejor acceso a sus redes.
Neutralidad en la red: principio por el cual los proveedores de servicios de Internet deben permitir el acceso a todos los contenidos y aplicaciones, independientemente de la fuente, y sin favorecer o bloquear productos o sitios web específicos.
Dado que ya no se requiere que en EE UU el internet sea “neutral”, Trammell prevé que las grandes compañías como Google y Facebook puedan volcarse hacia los proveedores de acceso pagado, para que muestren sus contenidos más rápidamente, marginalizando a las empresas más pequeños y sus innovaciones.
Trammell trabaja en la llamada “evolución del protocolo de transporte” en Internet, que se refiere a la manera en que el tráfico de Internet pasa del punto A al punto B y a quién puede verlo. Junto con su equipo de investigación, coordinado desde Zúrich, pero distribuido por toda Europa, trabaja en un nuevo tipo de protocolo de transporte llamado “QUIC” (Rápido) que codificaría mejor el tráfico de Internet desde el origen hasta el destino, brindando a los usuarios una mayor velocidad de navegación y privacidad en la línea.
El proyecto de Trammell es un ejemplo de innovación que pudo darse gracias al internet neutral y que podría enfrentar los desafíos planteados por el final de la neutralidad de la red.
Lo anterior, en virtud de que los proveedores de servicios de internet de EE UU, como Comcast o Verizon, ahora tienen libertad para configurar herramientas especiales de monitoreo en línea para saber quién usa qué servicios y cobrar el acceso a ellos. Esas herramientas, explica Trammell, podrían terminar interfiriendo o bloqueando ciertas aplicaciones como “QUIC”, la cual, se espera que genere una cantidad significativa de tráfico en Internet en los próximos tres o cuatro años.
¿Más leyes como respuesta?
Para Trammell, la decisión de Washington es solo el último ejemplo de una “división transatlántica” cada vez más profunda entre los mercados y las prácticas de Internet de EE UU y de Europa.
“La idea de que su proveedor de acceso a Internet pueda tomarlo como rehén porque quiere más dinero no genera mucha simpatía en Europa”, subraya.
Y luego está el simple hecho de que en Suiza y en otros mercados de Europa, hay mucha más competencia entre los proveedores de servicios de Internet de la que hay en EE UU, donde existen cuasi monopolios en amplias regiones. Esto hace que en Europa un solo proveedor que comience a cobrar el acceso a ciertos tipos de contenido corra el riesgo de que los clientes corran a la competencia.
Pautas simples, ojos expertos
El Parlamento suizo debatirá próximamente una nueva versión de su ley de telecomunicaciones. Matthias Hürlimann, jefe de la división des derecho de las telecomunicaciones en la oficina federal del ramo (OFCOM), declara que “las opiniones varían ampliamente” sobre el particular.
Algunos parlamentarios, precisa, estiman que la legislación deberá contener reglas claras que prohíban las violaciones de la neutralidad en la red por parte de los proveedores de acceso, mientras que otros consideran que se debe permitir la discriminación de las fuentes en línea, siempre y cuando sea completamente transparente para los clientes.
Trammel aboga por un enfoque menos estricto, con reglas simples y un grupo de expertos encargados de analizar si los proveedores de servicios de Internet están jugando limpio. Cita a guisa de ejemplo las líneas directrices de la Unión Europea sobre la neutralidad en la red (BEREC) introducidas en 2016. Suiza, que no es miembro de la Unión Europea, participó en las discusiones sobre esas directrices, pero no está obligada a seguirlas.
Foro de Internet
Del 18 al 21 de diciembre, casi 3.000 personas participaron en Ginebra en el XII Foro de Gobernanza de Internet, una reunión anual que en torno a la manera en que los países deberían establecer normas que rijan el uso del espacio en línea. Ginebra fue el anfitrión del evento por primera vez.
En su discurso de apertura, la presidenta suiza Doris Leuthard instó a los delegados a trabajar por un “futuro digital más justo y estable” y pidió una atmósfera de “libertad, diálogo y consenso” en las conversaciones.