Por EFE y Cultura+Ciudad
El Mostrador (Chile)
Aunque se retiró de los escenarios en 1995 permanece al frente del Ballet Nacional de Cuba. Acaba de presentarse el libro “Alicia, el vuelo de la mariposa”, del escritor cubano Julio Miguel Llanes, quien combinó en el texto biografía, testimonio y ficción en torno a la vida y la obra de la mítica bailarina cubana.
La legendaria bailarina Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), celebró este jueves su 97 cumpleaños en su domicilio rodeada de familiares, amigos y colaboradores.
Alonso, que aunque se retiró de los escenarios en 1995 permanece en activo al frente de la compañía que fundó, recibió la víspera el Escudo de la Ciudad de Sancti Spíritus (centro de la isla) durante una ceremonia en el Gran Teatro de La Habana, donde tiene su sede el BNC.
En esa actividad también fue presentado el libro “Alicia, el vuelo de la mariposa”, del escritor cubano Julio Miguel Llanes, quien combinó en el texto biografía, testimonio y ficción en torno a la vida y la obra de la mítica bailarina cubana.
Alegrías y tristezas
El autor explicó que algunos de los capítulos del libro se nombran como los ballets “Giselle” y “Carmen”, que marcaron la carrera de Alicia Alonso.
El texto habla de alegrías pero también de algunas tristezas por las que atravesó la bailarina, como el periodo de casi un año que tuvo que permanecer en cama tras someterse a una operación por desprendimiento de la retina, indicó Llanes.
“Entonces era muy joven, apenas comenzaba a desarrollar su carrera y la artista que emergió, luego del percance, fascinó a todos en un inesperado debut en ‘Giselle’ y continuó un camino profesional ascendente”, resaltó.
Figura cimera
Además, el libro tiene un anexo con más de 60 fotografías de archivo y trata pasajes de la infancia de Alonso e incluso algunas vivencias actuales.
Alicia Alonso ha desarrollado una de las trayectorias más exitosas que se recuerdan en la danza, donde combinó a golpe de talento y perseverancia la más exquisita y rigurosa interpretación, el magisterio, la coreografía, y la dirección del BNC.
Su rigor, disciplina y dedicación la han convertido en una de las personalidades más relevantes en la historia de la danza y se le considera una figura cimera del ballet clásico en el ámbito iberoamericano y a escala internacional.