Por Luis Carlos Samudio G.
Abogado, docente y mediador
Después de las declaraciones ofensivas de Donald Trump, un grupo relativamente pequeño de clase media educada, con formación y consciente de las luchas del pueblo panameño, ha respondido a los señores del Norte que poseen mentalidad imperialista y colonialista. Los republicanos han encendido el fuego de la discordia pocos días antes de su ascenso al poder en Washington.
En medio de la nueva amenaza intervencionista de Trump, causa asombro que los negociadores que integraron el equipo bilateral, organizado por el comandante Omar Torrijos para negociar los Tratados del Canal, no hayan emitido ninguna declaración sobre ese espinoso asunto. Aquellos que observaron la negociación de Panamá con el equipo de Estados Unidos, quizás por su sapiencia eligen permanecer callados ante los acontecimientos presentes. Igualmente, los militares que integraron la estructura de mando y que todavía subsisten y han participado en el proceso, deben realizar algún pronunciamiento reflexivo.
Por su parte, el sector oligárquico pusilánime mantiene un silencio total por sus intereses económicos y no han respaldado la forma táctica que el mandatario panameño ha adoptado ante el acoso periodístico. No obstante, el mandatario ha actuado con respeto, tacto y cautela ante el escenario imprudente del dignatario electo de una potencia, que se comporta con narcisismo político.
Por otro lado, el sector oligárquico pusilánime mantiene un silencio absoluto por sus intereses económicos y no han respaldado a la estrategia que el mandatario ha implementado frente al acoso periodístico que intentan ver con humor, provocando la confrontación. Sin embargo, el mandatario ha actuado con respeto, tacto y prudencia frente a ese escenario imprudente de un dignatario de gran potencia, que actúa con narcisismo político.
Además, se puede destacar que un segmento del grupo social más afectado y excluido experimenta insatisfacción, descontento y desconfianza frente al problema de corrupción que impacta a nuestra nación. Por lo tanto, este problema obstaculiza que los recursos se distribuyan o lleguen al individuo más vulnerable para potenciar su calidad de vida y coexistencia social. Así pues, es el instante para realizar ese cambio de timos en la dirección adecuada. para obtener su respaldo en contra de la doctrina de Trump.
Tras los sucesos provocados por el futuro presidente de Estados Unidos, se resalta la importancia de lo que el general Torrijos consiguió al negociar entonces con una nación con más de 211 millones 349.205 personas. A su vez, un millón 646 mil 580 personas, logró llegar a un acuerdo con ese coloso del norte, sin derramar una gota de sangre, aunque siempre preservando un Plan B, por parte de Torrijos.
Es justo reconocer la relación respetuosa entre el general Torrijos y el presidente Jimmy Carter (q.e.p.d.), por lo que, a continuación, relato uno de los sucesos del vínculo que se acentuó en 1973. “Los cubanos detuvieron dos embarcaciones de bandera panameña, pero con tripulación de Estados Unidos”. Debido a ello, Carter pidió al comandante Omar que intercediera por dicha tripulación, ya que las naves portaban la bandera de Panamá.
El general Torrijos estableció comunicación con el comandante Fidel Castro y autorizó la visita de una delegación a la isla para dialogar acerca de los problemas de los barcos atrapados en las aguas de la Isla de Cuba. Panamá recurrió al Derecho Colaborativo. Así se pudo solucionar ese conflicto de forma pacífica y amigable. El Derecho Colaborativo se fundamenta en la negociación basada en intereses, con el objetivo de que todas las partes cumplan con sus necesidades.
Esa acción demostró la importancia de las relaciones diplomáticas para resolver las disputas sin recurrir a la fuerza, ni emplear violencia ni humillar a naciones, ”Artículo 33 de la carta de las Naciones Unidas”. Carter valoró esto, ya que ayudó a salvar a una tripulación norteamericana que contaba con una familia que los esperaba en su hogar.
Luego de esa participación del gobierno de Panamá, se llevó a cabo en la capital panameña la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del 15 al 19 de marzo de 1973, que culminó con la declaración del canciller Juan Antonio Tack.: “Los Estados Unidos vetó a Panamá y el mundo entero vetó a Estados Unidos”, un acto que jamás se ha repetido en nuestra nación, ni otra parte del mundo.
¡Juntos trabajemos a favor de la paz y la convivencia pacífica!