Por Antonio Saldaña
Abogado y analista político
El viernes 12 de abril de 2024, en el programa de radio, televisión y “redes”, “Mesa de Periodistas”, los analistas políticos Jorge Eduardo Ritter y Sabrina Bacal analizaron la entrevista realizada por la segunda, al doctor Rubén Blades, en la emisión televisiva “De Frente con Sabrina Bacal”. En ese espacio, le endilgaron el epíteto político de maniqueísmo.
El nada indulgente calificativo despectivo de maniqueo, para un “invitado”, se originó en virtud de las contundentes declaraciones del cantautor panameño, al decir de los aspirantes presidenciales que, “yo no le doy mi aval a ninguno”. Porque, “ninguno está dispuesto a desmantelar el esquema corrupto de clientelismo político”. Es decir, “para gobernar tienes que darle la mano al diablo”.
Según la Real Academia Española, maniqueísmo es la tendencia a reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo.
Por otro lado, “se conoce como maniqueísmo la doctrina del príncipe persa Manes (215-276 d.C.) autor de la herejía del cristianismo. El fundamento del maniqueísmo es el dualismo y su principal creencia el gnosticismo. Desde la eternidad, hay dos principios opuestos, concebidos bajo la forma de dos reinos: el de la luz, que representa el bien físico y moral, y el de las tinieblas que representa el mal”. (significados.com).
Maniqueo es, pues, “un adjetivo para designar a grupos de personas o persona que seguía las doctrinas de Maniqueo que admitía dos principios creadores uno para el bien y otro para el mal”. Mientras que se entiende por maniqueísmo político, “la actitud de ciertas personas de dividir las ideas o personas en dos grupos: los de bando bueno, y los de bando malo, de forma irreductible” (Ibíd.).
Los pilares del maniqueísmo son cuatro. “La dogmática que es el dualismo radical. Hay dos seres o principios supremos de igual orden y dignidad: el principio de la luz (el Bien) y el de las tinieblas (el Mal). Pero, ambos principios se hayan en una situación de antítesis irreconciliable. Moral. O, estas con el Diablo o con Dios, o lo que es lo mismo, con el mal o con el bien. Escatología. Infierno o Cielo. La Luz o las Tinieblas. Finalmente, el maniqueísmo está dotado de una organización”. (mercaba.org).
Expresado el concepto, debo concluir que el pensamiento del autor del clásico de la música, “Pedro Navaja”, es todo, menos maniqueo. Son más bien sus ideas, las de un demócrata revolucionario y, en lo absoluto, las del simplismo dogmático y reduccionista de un seguidor de la secta o religión del persa Manes.
Ocurre que Rubén fue invitado a sabiendas -de la politóloga y presentadora del programa “De frente con Sabrina”- de su oposición a la candidatura presidencial, primero, de Ricardo Martinelli, y ahora, a la de José Raúl Mulino; por considerar al primero como un político corrupto y, al segundo, como “proxy” del anterior. Con lo que no contaba, la presentadora de marras, es que el fundador de “Papá Egoró”, con la frase lapidaria, “yo no le doy el aval a ninguno”, porque “ninguno va desmantelar el esquema corrupto del clientelismo político”. Arremetería de esa manera, como en efecto lo hizo, contra el sistema político corrupto y clientelar vigente.
Dicho de otro modo, ninguno de los candidatos presidenciales de las distintas fracciones del poder económico, que se disputarán el próximo 5 de mayo, el “botín político” de la República, va a sustituir el sistema político de la plutocracia corrupta y clientelar, que ha regido los destinos del País, los últimos 34 años o del período pos invasión.
¡Así de sencilla es la cosa!
