El 2023 se perfila como un año de desafíos y oportunidades, en un sistema económico enfermo.
Las masivas protestas populares que en 2022 desembocaron en un diálogo nacional para afrontar la crisis interna, marcaron un punto de inflexión que persiste en 2023, en medio de tendencias inflacionarias y la reducción de la capacidad de las familias para satisfacer sus necesidades básicas.
Panamá se enfrenta a la disyuntiva de diseñar una agenda nacional e internacional propia o permitir en su territorio el surgimiento de enclaves mineros que depredan los recursos naturales y frenan el desarrollo humano.
Asimismo, en el actual año pre electoral, la población tendrá que decidir si sigue la senda del mayor uso colectivo posible de la vía interoceánica y sus valiosas áreas ribereñas. Este se concibe como un año de grandes decisiones en defensa del Estado nacional.
Café Bayano considera necesario debatir sobre el futuro que espera a los panameños y a las panameñas víctimas de un sistema judicial desprestigiado que profundiza la inequidad.
Es hora de definir los caminos alternativos que deben ser construidos a través de consensos en la lucha social. Por ello, la refundación del Estado adquiere, sin duda, sentido de urgencia.
