¿Un 9 de enero diferente?

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Institutores en la Zona del Canal en 1964.

Por Antonio Saldaña
Abogado y analista político

El 9, 10, 11 y 12 de enero de 2023 se conmemora el 59 aniversario de la gesta heroica en que los estudiantes y el pueblo panameño enfrentaron, en un combate desigual, al ejército estadounidense. Entonces, las tropas de Estados Unidos ocupaban ilegal e ilegítimamente 1as riberas del Canal de Panamá. Allí había 14 bases extranjeras y una zona de exclusión política, administrativa, económica y social, denominada Zona del Canal de Panamá.

En la actualidad, a más de media centuria de la histórica y luctuosa fecha, se debe ir más allá de la memoria histórica. Debemos honrar el sacrificio de los mártires y héroes de enero de 1964, con una reflexión crítica y autocrítica de lo que han hecho las postreras generaciones de panameñas y panameños con su legado de dignidad y, sobre todo, en qué se ha convertido la ex Zona del Canal, que los mártires, con su sangre generosa derramada, recuperaron para todos los panameños.

¿Cuál ha sido la “felicidad” o satisfacción alcanzada por los panameños de a pie con la recuperación del enclave colonial?

Las causas más profundas de la rebelión popular del 9 de enero de 1964, fueron de dos naturaleza: la primera, de dignidad nacional y; la otra, la que buscaba que el tránsito de buques, barcos o naves de un océano a otro por la estrecha franja del Istmo de Panamá, se pudiera traducir en una mayor felicidad, bienestar o satisfacción económica para todos los panameños, especialmente para los más vulnerables o desposeídos o al decir del general Omar Torrijos al momento de negociar los Tratados Torrijos-Carter, de 1977, hacer del fruto del tránsito interoceánico del Canal y del hoy conglomerado económico marítimo del Canal de Panamá, “el uso más colectivo posible”, además de no convertir la reversión del Canal y de sus áreas adyacentes, en el “cambio de amos blancos (los “gringos”) por amos chocolates” (grupos económicos locales y transnacionales, y una administración del Canal que ha generado una “nueva clase social”: la burguesía burocrática.

El cuestionamiento pertinente que debemos hacernos todos los panameños, en este nuevo aniversario de la gesta patriótica y nacionalista del 9 de enero de 1964, es el siguiente: ¿Se han cumplido con las motivaciones que llevaron hasta la inmolación a una generación de 21 de mártires, y al sacrificio de más de 500 heridos y mutilados héroes panameños y panameñas, a causa de la agresión infame de las hordas de civiles (“zonians” y “zoneítas”) y militares estadounidenses durante los fatídicos días 9, 10, 11 y 12 de enero de 1964?

En mi opinión, es un rotundo no. En cambio, el Canal de Panamá y las “áreas revertidas” han sido convertidas en una “piñata”, política y económica. Por ejemplo, las tierras y edificaciones que ocuparon las bases y las infraestructuras civiles, fueron valoradas, aproximadamente, en 31.000 millones de dólares. Las mismas fueron subastadas como si se tratara de una feria inmobiliaria de ricos y poderosos, donde el panameño de a pie, heredero legítimo de los “mártires del 9 de enero”; fue y continúa siendo el gran precarista del atraco o “rapto del Canal”.

Otros ejemploS de la inmensa villanía cometida recientemente contra el patrimonio nacional recuperado con la sangre de los “mártires del 9 de enero”, han sido los términos de la “renovación automática” del contrato con la empresa de puertos de contenedores Hutchison Ports-PPC o, simplemente, “Panama Ports Company”, empresa transnacional cuyas actividades declaradas son: Carga de contenedores, carga general, intermodales y Ro-Ro (Por sus siglas en inglés Roll On Roll off) servicio portuario que permite un radio de acción más amplio para operadores de transporte terrestre. En lo absoluto, la actividad inmobiliaria o de alquileres de terrenos está prevista en el contrato con el Estado panameño.

Sin embargo, en abierta violación de los términos del contrato y causal de la no renovación o de nulidad, fue el hecho de no desarrollar las actividades portuarias antes mencionadas en los terrenos concedidos mediante contrato. Peor aún, Panamá Ports Company ha rentado uno de esos globos de terreno, por la suma anual de 9 millones de dólares que corresponde precisamente al monto de la bicoca de anualidad que paga dicha compañía portuaria a la República de Panamá.

Otro negociado fue denunciado en la administración pasada de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), donde el propio administrador cedió a uno de sus vástagos un contrato por la modesta suma de 158 millones de dólares para la compra de remolcadores. En la actual gestión de la ACP, el administrador devenga un salario de B/.26.000, equiparable a 56 veces el salario mínimo legal de la República de Panamá. Finalmente, son constantes las denuncias de los diversos sindicatos del Canal de Panamá, por los malos tratos y pésimas condiciones laborales (horarios extendidos, mal estado de instalaciones y remolcadores, pagos atrasados, etc.).

En buenas cuentas, el “silver roll y el gold roll” no ha dejado de funcionar en la ACP. En otras palabras, el sacrificio de la generación del 9 de enero de 1964, se tradujo en la creación de “la otra República”; la de Arístides “Gargantazo” Royo y de Ricaurte “Chocolatito“ Vásquez.

¡Así de sencilla es la cosa!

1 COMENTARIO

  1. Saludos desde México. Los jóvenes patriotas Panameños que entregaron sus vidas en defensa de la Soberanía Nacional Panameña hace 59 Años en 1964, son Mártires de Nuestra América. Propongo que se realice una publicación en 2023 y salga impresa antes de que se cumplan los 60 años. Ojalá participen varias editoriales de la Patria Grande, analistas y estudiosos de Panamá, Venezuela Bolivariana, Cuba, México, Perú, Uruguay, Colombia, Ecuador, porque Panamá nos dio un ejemplo y llevamos en el corazón a Panamá. No olvidemos a nuestros mártires.¡Viva el Pueblo de Panamá!. ¡Venceremos!, Atentamente, Fernando Acosta Riveros

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