La rebelión popular es opción en Panamá

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Saúl Méndez, secretario general del SUNTRACS.

Por Mario Hubert Garrido

Ciudad de Panamá (Prensa Latina) – El legado de las luchas sociales, la resistencia ante sucesivos gobiernos sumisos a Estados Unidos y los desafíos de un 2023 preelectoral centraron la conversación de Prensa Latina con Saúl Méndez, abogado y excandidato presidencial en 2019.

Escenarios contemporáneos ante problemas viejos y nuevos, como el secuestro del diálogo nacional por la oligarquía empresarial, también signaron la mirada crítica de uno de los voceros de la alianza Pueblo Unido por la Vida y máximo dirigente sindical de los constructores istmeños.

Prensa Latina (PL): Recientemente, todo Panamá conmemoró los 59 años de la gesta del 9 de enero, cuando jóvenes estudiantes lideraron una rebelión popular en defensa de la bandera y la soberanía en el Canal de Panamá. ¿Cuánto representa esa impronta para los movimientos sociales en sus reivindicaciones actuales?

Saúl Méndez (SM): El 9 de enero fue el corolario de épicas batallas de los panameños por su autodeterminación a lo largo de su historia en la etapa colonial contra las huestes españolas y en la republicana, también ante dictaduras militares y frente al imperio estadounidense y su injerencia constante, y luego en tiempos de democracia.

Nosotros somos continuidad de ese espíritu de rebeldía popular, que será siempre una opción ante tantos desmanes y abusos de gobiernos entreguistas, neoliberales y subordinados a los poderes económicos y grandes oligopolios de la empresa privada, como los últimos siete que precedieron a la invasión militar de Estados Unidos en 1989.

Pero la huella de nuestros mártires de la patria, desde aquellos cimarrones y caciques, no solo es sagrada, sino que es compromiso en las luchas por la verdadera y definitiva independencia, la soberanía nacional.

Momentos hay muchos, pero es legendaria la manifestación del pueblo cuando rodeó a la Asamblea Nacional el 12 de diciembre de 1947 y obligó a los legisladores a no suscribir un proyecto legislativo que perpetuaría la presencia en nuestro territorio de bases militares foráneas.

También son referentes el alzamiento armado o la llamada Revolución del Cerro Tute (3 de abril de 1959) o la Marcha del hambre y la desesperación (1959) que constituye un punto de quiebre en la conducción de las luchas sociales.

Lamentablemente después de la invasión gringa en 1989, los partidos tradicionales lograron liquidar a las fuerzas armadas y manipular, coptar y por ende debilitar a los movimientos estudiantiles y los sindicatos, pero desde entonces comenzó a gestarse un proceso de reorganización de las fuerzas populares opuestas a una relación con Estados Unidos de tutelaje.

Eso sí, predomina en todo este tiempo y ahora también gobernantes genuflexos ante Washington, por eso se le permite a la embajadora norteamericana, Mari Carmen Aponte, que desande el país dando indicaciones a los ministerios y hasta a los diputados de cómo proceder en interés de sus políticas hegemónicas.

Por eso hoy la rebelión popular está más vigente que nunca, en la que el debate de las ideas y la toma de conciencia requieren del mayor esfuerzo de las organizaciones sociales y populares.

La nueva resistencia

PL: Por mucho, 2022 trascendió como el año de las mayores protestas sociales contra el alto costo de la vida después de la invasión de Estados Unidos en 1989. Resultado de esas manifestaciones, se estableció una Mesa Única de Diálogo, que espera por una segunda fase y soluciones a los acuciantes problemas de la población.

¿Cómo enfrentarán el análisis de los asuntos estructurales ante los obstáculos interpuestos por empresarios privados y el actual Gobierno?

SM: En julio de 2022 la acumulación de serios problemas que aquejaban a una población ya desesperada ante los altos precios de los combustibles, los alimentos y la energía eléctrica, la debacle del seguro social, el desempleo o la informalidad del mercado laboral, todo ello sin soluciones a corto plazo, llevó a las movilizaciones populares en defensa de la vida.

La ola de protestas que sacudió al país y paralizó la movilidad de las personas y la economía obligó al Gobierno a sentarse a discutir en una mesa única de diálogo y buscar soluciones paliativas a la crisis social por el alto costo de la vida.

El pueblo ejerció lo que denominamos democracia participativa y comenzó a construir un modelo de sociedad donde es capaz no solo de elegir a sus dirigentes, sino de ordenar la toma de medidas en beneficio de las mayorías.

Más adelante, con la Iglesia católica como facilitadora, el Ejecutivo estableció una Mesa Única de Diálogo y adelantó algunas acciones, pero siempre se vislumbró la necesidad de una segunda fase que evaluara los temas estructurales del modelo neoliberal fallido, y otra vez el sector empresarial con sus maniobras obstaculiza toda iniciativa de acercamiento.

Frente a ese boicot a las conversaciones, que nosotros entendemos como el secuestro del diálogo por parte de las élites y la complicidad del Ejecutivo, y en medio de los galopantes precios de los productos y servicios básicos, entre otras vicisitudes, la situación obligará nuevamente a que retorne la resistencia popular a las calles y tomar las riendas del país.

También la vía electoral

PL: Su valoración acerca de los retos de 2023 auguran un año preelectoral y no menos difícil por la acumulación de problemas sociales, pero también con la esperanza que brindan las fuerzas progresistas en la figura de la precandidata presidencial independiente, la economista Maribel Gordón.

SM: El escenario de este año es muy complejo y tenderá a agudizarse con los problemas materiales de la población sin solución, además de un diálogo nacional por Panamá interrumpido por los empresarios privados y el Gobierno.

El movimiento popular deberá redoblar esfuerzos además para enfrentar la situación, sin poder contar con una alternativa consolidada como el partido en formación Frente Amplio por la Democracia (FAD) que no logra inscribirse para los comicios generales de 2024, pero que seguiremos construyendo.

De todas maneras, como parte de un proceso de maduración de los luchadores sociales, lanzamos la candidatura de la profesora Gordón como una forma también necesaria de educar al pueblo en el modelo de país que queremos, más justo y equitativo.

La experiencia panameña se inscribe en esa corriente en América Latina en la que el pueblo sale a luchar en las calles pero también logra la toma de Gobierno y los diversos espacios donde se adoptan decisiones.

Para el 5 de mayo de 2024, además de Maribel Gordón, las fuerzas progresistas lanzamos por el momento unos 32 candidatos por libre postulación a otros cargos de elección popular como diputados, alcaldes y representantes de corregimiento.

1 COMENTARIO

  1. Un fraternal saludo desde México hasta Panamá. Deseo todo el éxito al pueblo panameños en sus luchas y tareas sociales para dignificar la vida en la patria del general Omar Torrijos Herrera. Ojalá puedan construir la unidad popular como lo han planteado Saúl Méndez y Maribel Gordón, políticos progresistas los dos, comprometidos con la Construcción de Paz y Justicia Social. ¡Vivan las luchas de los Pueblos!, ¡Viva la Democracia Participativa y la Soberanía de nuestros países!. ¡Nuestra América, Unida, Vencerá!. Que Dios, El Grande, los bendiga y proteja. Les conceda la victoria merecida. Atentamente, Fernando Acosta Riveros

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