La criminología corporativa fortalecer la cultura de seguridad en las empresas

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Flujograma de la Criminología Corporativa.

Por Luis Carlos Samudio G.
Abogado, docente y mediadores

La criminología en el ámbito empresarial ayuda a fortalecer la cultura de seguridad en las organizaciones, a través de la gestión de la protección de la empresa y sus integrantes mediante la identificación, valoración, supervisión y prevención de los incidentes que suceden en el ambiente laboral.

La criminología corporativa es una de las áreas laborales de los criminólogos. Dentro de su agenda de trabajo, está identificar los delitos comerciales y a la vez contribuye a fomentar una cultura de seguridad en una entidad. Además, lleva a cabo significativas investigaciones en el sector empresarial, fundamentadas en la recolección de datos para incrementar la seguridad y salvaguardar los activos.

En términos teóricos, la criminología es una rama interdisciplinaria de la ciencia social, cuyo objetivo primordial es examinar el delito, desde las conductas antisociales hasta los delincuentes, la criminalidad, las víctimas o los sistemas de regulación social, ya sean formales o informales.

La responsabilidad social empresarial en la prevención de delitos empresariales ofrece la posibilidad de actuar de forma independiente con distintas perspectivas: la visión estratégica, definiendo estrategias de prevención y operación vinculadas a la seguridad; la visión operativa, implementando acciones preventivas para salvaguardar a la empresa; la visión técnica que trabaja en dos áreas distintas, sistemas de alarma, videovigilancia y seguridad privada: patrullas, vigilantes en las viviendas; la perspectiva analítica, que examina los datos, las deficiencias o riesgos para la toma de decisiones; y la perspectiva financiera, que abarca los elementos financieros, junto con otras áreas de prevención de corrupción y soborno.

Las personas confían en que las empresas contribuyan de alguna manera a la solución de sus problemas sociales, particularmente en las recientes etapas, donde los índices de criminalidad en la nación han crecido y las acciones del Estado han resultado insuficientes. A pesar de que se analizan las inversiones en el sector social por su rentabilidad, también es vital reconocer que se abre una nueva etapa donde la resolución de conflictos sociales y el aspecto económico se entrelazan en la búsqueda de la sostenibilidad, basada en una economía social y responsable que incluya a la comunidad y a las empresas.

Así pues, subrayando diversas teorías criminológicas como la de la disuasión, la reacción social, entre otras, se podría entender la dinámica social en la que los jóvenes, congregados en grupos, cometen infracciones a la ley. Entendiendo estos principios teóricos, se podría comprender la implementación de iniciativas sociales orientadas a solucionar las disputas entre la juventud y la comunidad.

Esa conexión entre el ámbito empresarial y la criminología corporativa establecería los cimientos para la formación de alianzas estratégicas entre los actores privados, el gobierno, las entidades no gubernamentales y, en términos generales, todas las empresas que aspiren a contribuir de manera significativa a la solución de los problemas sociales en los jóvenes, y al mismo tiempo se adentren en las empresas perjudicando la paz social.

Por lo tanto, comprender el concepto de justicia restaurativa como una opción para solucionar conflictos implica asumir la responsabilidad de todos (comunidad, Estado, delincuentes, empresas) por un suceso que pudiera ser resarcido. Desde el punto de vista restaurador, en el que se realiza en la actualidad ese proceso de consenso, es importante solucionar los conflictos de manera restaurativa y alternativa.

Para concluir esta conexión integral entre la responsabilidad social empresarial y la criminología corporativa, resulta vital destinar recursos a iniciativas sociales con la finalidad de crear nuevos lazos empresariales y alianzas estratégicas que, en el futuro, deberían convertirse en nuevos motores de expansión para las empresas. Además, el reto presente radica en realizar ese proceso de forma dialogada y acordada, es decir, en cooperación con todos los actores sociales.

Para solidificar ese vínculo entre la responsabilidad social corporativa y la criminología empresarial, es crucial destinar fondos a iniciativas sociales con el objetivo de establecer nuevos vínculos empresariales y alianzas estratégicas que, en el futuro, deberían transformarse en nuevos impulsores de crecimiento para las empresas. Además, el desafío actual consiste en llevar a cabo ese proceso de manera dialogada y consensuada, o sea, en colaboración con todos los participantes sociales.

¡Juntos trabajemos a favor de la paz y la convivencia pacífica!

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