La conquista española dejó su huella en los genes del hombre panameño

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Colonizador sometiendo a indígena a la esclavitud.

STRI

La conquista española de las Américas fue devastadora para los pueblos nativos. Muchos hombres nativos murieron en conflictos con los invasores. Los colonizadores españoles llegaban sin sus esposas y tomaron mujeres nativas como parejas.

Un reciente análisis genético de los hombres de Panamá ‒hecho por un equipo que incluye un científico del Smithsonian‒ muestra este legado histórico: sólo el 22 por ciento tenía cromosomas Y de origen nativo, a pesar de que la mayoría de los panameños son de ascendencia indígena femenina.

Todos tenemos un par de cromosomas sexuales que determinan nuestro género. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen un cromosoma X y uno Y, el último heredado de su padre. Estos cromosomas se encuentran en el núcleo de cada célula. Otro componente genético llamado ADN mitocondrial (ADNmt) se encuentra fuera del núcleo de las células. Tanto los machos como las hembras heredan su ADNmt solamente de su madre. Con el tiempo, las pequeñas mutaciones se acumulan tanto en el ADN mitocondrial y el cromosoma Y, lo que permite a los científicos rastrear su historia.

Un equipo de genetistas de la Universidad de Pavía inspirados por Antonio Torroni encontró que entre los 408 hombres panameños cuya genética analizaron, el 60 por ciento tenía los cromosomas Y que se originaron en Eurasia occidental y África del Norte (probablemente en su mayoría de Europa).

Alrededor del 22 por ciento son de origen nativo americano, el 6 por ciento de África subsahariana y el 2 por ciento desde el sur de Asia (probablemente China o el subcontinente indio). Por el contrario, la gran mayoría de este grupo ‒incluyendo casi todos aquellos con cromosomas Y nativos americanos, africanos y asiáticos‒ tenía ADNmt de origen indígena. Entre los hombres con cromosomas Y procedente de Eurasia, el 13 por ciento tenía ADNmt de África subsahariana y sólo muy pocos tenían ADNmt Europeo.

Aunque en general la mayoría de los hombres panameños tenían cromosomas Y de Eurasia, el porcentaje difirió regionalmente dentro de Panamá de acuerdo con el patrón de la colonización española. Después del año 1519, los españoles se asentaron más densamente en el lado del Pacífico de Panamá, donde un clima más seco hizo más factible la agricultura y la ganadería. Esos grupos indígenas que sobrevivieron a la conquista, se refugiaron en las remotas montañas y densos bosques tropicales de la costa caribeña.

En la mayoría de las provincias en el lado del Pacífico de Panamá, la prevalencia de cromosomas Y de Eurasia varió de un 62 a un 72 por ciento. Esto era completamente diferente en las regiones del Caribe, donde la proporción de cromosomas nativos varió de un 66 a casi un 88 por ciento. El nivel más alto de cromosomas Y subsaharianos, el 44 por ciento, se encuentra en la provincia de Darién en el lado del Pacífico, donde muchos esclavos fugitivos encontraron refugio durante el período colonial.

La variación dentro de los cromosomas Y nativos también ilumina la historia de estos grupos dentro de Panamá. Una variante que se encuentra en el oeste de Panamá, probablemente se originó hace más de 10.000 años, lo que indica que algunas poblaciones indígenas han vivido en esta región de forma continua durante un tiempo muy largo. Otro tipo mucho más recientemente diferenciado se encuentra en el este de Panamá y puede representar a los pueblos que se instalaron en la zona de las áreas adyacentes de lo que ahora es el territorio de Colombia después de que la población original, conocida por los invasores españoles como el “pueblo de la lengua de Cueva”, prácticamente había desaparecido.

Aclaración del periódico:

El grupo Cueva, citado en este artículo, fue un pueblo indígena que vivió en la región de Darién, en el oriente de Panamá. Esa población fue exterminada entre 1510 y 1535, tras la colonización española de América. La región del Darién ocupada por los Cueva fue invadida posteriormente por los Kuna en su expansión al oeste, entre los siglos XVII y XVII.

En Panamá, diversos grupos indígenas resistieron la conquista y colonización de sus territorios, por parte de los europeos, y enfrentaron a los esclavistas bien armados, quienes utilizaban armaduras, espadas, armas de fuego y perros. Los pueblos originarios fueron diezmados, además, por enfermedades contagiosas importadas al Nuevo Mundo por los conquistadores.

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