Uno de los indicadores de la inequidad en Panam es la precaria situación económica de la mujer en el ámbito laboral y la escasa y casi nula participación femenina en las instancia de participación política.
Esa situación desventajosa se agudiza tras dos años de la pandemia que golpeó a los más pobres e implicó la pérdida de millares de empleos y el empobrecimiento de la clase trabajadora.
De hecho, Panamá tiene una brecha de género del 74,3 por ciento. Con ese porcentaje, Panamá se sitúa en el puesto 40 del ranking de brecha de género, y Tendría que disminuir las diferencias entre hombres y mujeres para situarse al menos en la media.
Las mujeres han realizado un gran esfuerzo para acceder a las universidades. Pero, no han podido vencer los diversos obstáculos que limitan la participación femenina en puestos directivos en empresas públicas y privadas, y en los cargos de elección popular en este país.
Hoy, las víctimas del modelo económico neoliberal tiene un rostro femenino. Sin embargo, no parecen resignadas a tener como único refugio al sector informal de la economía, en el que viven atrapados decenas de miles de jóvenes panameños en situación de marginalidad.
Es necesario diseñar políticas públicas que privilegien el desarrollo humano y el núcleo familiar. Bayano digital abre este espacio para debatir sobre este tema de cardinal importancia nacional.