Por David Carrasco
El presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Roy Rivera, demandó el diseño de políticas económicas justas y coherentes para potenciar al sector productivo nacional, que en la actualidad representa el 5,1 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB) y está limitado en su crecimiento y expansión hacia nuevos mercados por medidas que privilegian las importaciones.
En una reunión anual entre industriales y periodistas, Rivera presentó un informe que confirma la desaceleración de la economía, un tema que preocupa a la industria nacional, debido a las fuertes inversiones realizadas en los últimos años en la modernización de fábricas, la contratación de mano de obra y la capacitación de personal especializado.
“La industria nacional tiene un compromiso a largo plazo con este país”, indicó el dirigente de los industriales, quien propuso aprovechar al máximo la plataforma logística para potenciar los sectores de producción y transformación, y generar niveles de bienestar y desarrollo social en las familias trabajadoras. Sostuvo que “queremos fortalecer las instituciones” y que los tableros y bancas de las escuelas sean fabricadas localmente.
En procura de esos objetivos, el SIP presentó una hoja de ruta en materia productiva para los próximos años, denominada Visión 2019-2024, que propone un aumento del PIB en dos dígitos. La intención de esa iniciativa es poder incrementar la tasa de participación relativa de la industria manufacturera en la Producción Interna Bruta hasta un 10 por ciento.
Las tareas propuestas incluyen el incremento de la tasa de participación relativa del sector primario (agricultura, pesca y ganadería) en el PIB, la generación de 125.000 nuevos empleos entre el sector industrial manufacturero y el sector agrícola, así como la inversión de 100 millones de dólares en infraestructura productiva, en vez de aumentar el grado de dependencia externa a través de la importación de productos.
El SIP se plantea trabajar a favor del incremento de exportaciones de bienes en unos 2.000 millones de dólares y salir del umbral de los 660 millones de dólares actuales. Asimismo, ha privilegiado el objetivo del aumento de las recaudaciones de la Caja de Seguro Social (CSS), lo que tendría un efecto económico multiplicador.
Rivera subrayó la importancia de captar Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria, por 300 millones de dólares. Al respecto, recordó que la inversión promedio en los últimos tres años fue de 138,9 millones de dólares. El esfuerzo económico implica para Panamá el desarrollo del sector logístico, al que también apuestan otros países de la región.
Para el SIP, es absurdo y discriminatorio que, en la actualidad, haya 23 certificaciones para producir un pollo en una granja avícola en Panamá, mientras que la importación de un producto similar empacado se realiza en tres días, sin mucho trámite. En ese sentido, demandó que haya condiciones justas y equitativas que ayuden al seguro despegue de la economía y al aumento de la inversión en este país.
El informe del SIP precisó que al cierre del 2018 la producción de bienes y servicios de la economía panameña, medida a través del PIB, creció a una tasa de 3,7 por ciento, una medición positiva, pero inferior si se compara con el 5,3 por ciento registrado en 2017, y que obedece a una pérdida generalizada de dinamismo. Indicó que la tasa de desempleo en 2018 fue de 6,0 por ciento, con una disminución de 0,1 por ciento.
Para el 2019, de acuerdo con pronósticos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía panameña crecerá entre 5,3 por ciento y 5,8 por ciento, luego de indicadores que apuntan a una desaceleración respecto a períodos anteriores.
