HIPO-TESIS PARA REFLEXIONAR SOBRE CRISIS DE LA EDUCACIÓN Y COVID-19 EN PANAMÁ

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Filiberto Morales Ex director del Instituto de Estudios Nacionales Universidad de Panamá

Filiberto Morales
Ex director del IDEN
Economista, Filósofo, Educador
Dirección de la Vanguardia Torrijista (VT)

  1. La UNESCO informa que a nivel mundial 1500 millones de estudiantes se ven afectados por la suspensión temporal de los calendarios escolares, en el contexto del confinamiento de las sociedades de todo el mundo a que nos ha obligado el COVID-19. En el caso de Panamá, más de 905 mil alumnos están en esa situación, tras la decisión de la Sra. Ministra de Educación tomada el 11 de marzo pasado, sin duda “basada en evidencia científica”, como siempre aduce el Señor Presidente Laurentino Cortizo. Entonces, como en la narrativa del Padre de la Historia, “Ardió Troya”.
  2. En el caso de panamá, a contrapelo de la terquedad dé algunos que se niegan a admitirlo, existen varios países: el de la oligarquía neoliberal que lo asemejan a Times Square o a Manhattan por sus rascacielos de hormigón, acero y vidrio y las urbanizaciones amuralladas cual feudos de una “Nueva Edad Media”; o el país de las barriadas de capas medias precarizadas, ghettos suburbanos y barriadas brujas que se asemejan a Harlem o al Bronx en Panamá, Colón y Panamá Oeste; o el País Profundo que llamó Rodrigo Miró o el de los Orejanos de Belisario Porras, del campesinado pobre y de las comunidades aborígenes. Vale la pena no olvidar que la educación se parece al país que la produce.
  3. La educación, en efecto, no ocurre en un vacío social. Ello explica que en nuestro caso tengamos varios “sistemas” educativos: uno, público, sometido a lo largo de no menos de 40 años a un proceso deliberado e implacable de desmantelamiento a través de los planes y políticas neoliberales que invariablemente han implantado los gobiernos, de todos los signos, hasta el presente. De otra parte, se tiene un sistema privado, que representa 17,8 % de la matrícula del presente año, en cuyo interior se revela una alta diferenciación y heterogeneidad. Contrariamente a la concepción de la educación como un bien social, un derecho, como lo postulan la Unesco y nuestra Constitución Política, el sector privado concibe la educación como un servicio, una mercancía que se transa según las sacrosantas leyes del mercado, al parecer de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
  4. La pandemia y el confinamiento derivado no han hecho sino traer a la superficie la profunda crisis estructural que ineludiblemente continúa acumulándose. Gracias a las elites dominantes, en especial a través de los dueños de los medios de comunicación, se ha inoculado en el imaginario colectivo el convencimiento de que la escuela pública es de baja calidad, en tanto que la educación privada es de excelencia. En realidad, en el sector público de educación, existen unos pocos centros escolares a manera de nichos de alta calidad si bien, en coexistencia con miles de centros que carecen de infraestructuras y servicios básicos, como ha informado recientemente la Sra. Ministra de Educación, sin hablar de contenidos y métodos que corresponden a la escuela de la segunda revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XIX.En justicia, debe reconocerse que también en el sector privado se tienen unos pocos colegios de buena calidad, invariablemente para la reproducción de las élites dominantes; que comparten el espacio privado con un alto número de escuelas de precaria calidad, dirigidas a captar la demanda de “servicios” de enseñanza por parte de las capas medias bajas y medias medias de asalariados, cuentapropistas, profesionales y otros.
  1. La “suspensión temporal” del calendario escolar 2020 y su eventual reanudación hacia junio-julio del año en curso fue asimilada como un golpe directo a la caja registradora por los dueños de aquellos colegios privados cuyo interés, en plena lógica del capital, es el lucro, la ganancia. Entonces entraron al rescate los gremios empresariales, el “Equipo Económico” y la Comisión Asesora del Ministerio de Educación, pletóricos todos del espíritu de cruzada neoliberal, algunos de ellos con intereses en negocios vinculados a las tecnologías virtuales de enseñanza, a través de ONGs y fundaciones que enmascaran grandes intereses económicos tales como Fundación Telefónica y “La Caixa” Foundation, de España.
  2. En la coyuntura el núcleo de la aparente contradicción MEDUCA-Sector privado de enseñanza, se ha situado en la disponibilidad o no de plataformas tecnológicas para la enseñanza virtual. El diagnóstico del Ministerio indica que de los 515 colegios privados que operan en el país, únicamente 10 (1.9%) cuenta con las facilidades requeridas. No obstante, el 16 de abril el Presidente de la República, decidió que aquellas escuelas que llenaran un formulario solicitando certificación de que cumplen con los módulos virtuales continuaran clases, sin considerar que el propio proceso de evaluación para dicha certificación diseñado por la “Comisión Asesora”, toma 15 días. Obviamente se tiró por la borda la célebre “evidencia científica” como criterio para la toma de decisión.
  3. La altamente ponderada “Comisión Asesora” del MEDUCA al recomendar la continuación del calendario escolar para el sector privado no toma en cuenta algunos aspectos críticos, relevantes, en las condiciones excepcionales que atraviesa la sociedad panameña hoy, tales como:
  • Las severas desigualdades económicas, sociales y culturales de las familias y aún del mismo tipo de familias de donde proceden los estudiantes; así como el agravamiento de sus condiciones de existencia.
  • La educación en casa, hoy más que nunca, compete a toda la familia. Empero, la célebre Comisión les asigna la mera tarea de evaluar expost el proceso de enseñanza virtual a través de una encuesta para medir su nivel de satisfacción.
  • La Comisión no toma en cuenta que todos estamos sometidos a condiciones excepcionales que conmocionan la totalidad de nuestras vidas y, muy particularmente, nuestros niños, niñas y adolescentes. Ellos reflejan todas las incertidumbres, las angustias y miedos de la sociedad y especialmente de la familia; les angustia la inseguridad laboral y de ingresos de sus padres, el miedo a que sus padres, abuelos, tíos, otros familiares, amigos y compañeros de colegio se contagien con el coronavirus, temen incluso no poder continuar en la escuela en que están matriculados. Todo esto y más configuran un estado emocional que definitivamente no es el más apropiado para un proceso de aprendizaje que, aparte de la sofisticación tecnológica, además, parece reproducir las concepciones típicas del conductismo instrumentalista y de la enseñanza bancaria.
  1. La crisis ha puesto de manifiesto no solamente la falta de información y conocimiento en torno a la situación de la educación en el país y el débil liderazgo colectivo del Ministerio, sino además la escasa imaginación y creatividad para generar programas y actividades de cara a la “Cuarentena intelectual” que tanto preocupa ahora a algunos dueños de colegios privados y que no se va a resolver en los marcos del confinamiento social. No obstante, aún en la situación de confinamiento es posible el desarrollo de acciones conjuntas del MEDUCA y el Ministerio de Cultura, el sistema nacional de bibliotecas, museos, universidades, Ongs, instituciones privadas, organismos internacionales, y otros, que junto a las familias tributen a la formación cultural e intelectual de nuestros estudiantes, a la formación de valores, conductas, modelos y prácticas de vida
  2. ¿“El líder sin estado mayor”?(Matus,1997). Como es público y notorio el “Equipo Económico” del Señor Presidente configura un auténtico Estado Mayor del empresariado nativo, subalterno del capital financiero internacional, integrado por la nata de operadores responsables de la estrategia neoliberal en el país por los últimos 40 años y que, en la actual coyuntura, diseñan el proyecto nacional postpandemia, esto es, deciden el futuro de los panameños para las presentes y futuras generaciones. En el campo de la educación el célebre Equipo Económico opera a través de la Comisión Asesora del Ministerio de Educación, la cual ya definió el Rescate financiero de las escuelas privadas, tal como lo preanunciara el “Ministro Consejero” y que tiene en la Comisión a sus principales apologistas.
  3. Empero, el objetivo de la elite político-empresarial que representan es asaltar al sistema educativo en su totalidad, corporativizarlo generando la transferencia de recursos públicos hacia la propiedad privada, valiéndose de la conmoción, el shock resultante de la crisis COVID-19 Así como en lo económico y lo social, asistimos a la abdicación de la función rectora de la educación en manos de la elite político-empresarial dominante, que en el marco de la crisis estima llegado el momento de culminar la reforma neoliberal radical del sistema educativo que emprendió en 1979.

Cabría preguntarnos si asuntos tan fundamentales para el futuro de todos los panameños debemos dejarlas en manos de los representantes de la oligarquía financiera neoliberal y del capital corporativo internacional. ¡POR ELLOS YO NO VOTE!

1 COMENTARIO

  1. Hola amigos de Bayano, los felicito por mostrar cada dia con mas acierto, lo que debe ser un medio de comunicación responsable con la sociedad. El artículo del profesor Filiberto Morales nos demuestra que este pais tiene profesionales aportando con sus análisis como deben enfrentarse los problemas que aquejan al pais, en este caso en educación. Saludos. AMF

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