Por Abdiel Rodríguez Reyes
Docente universitario
Hay que situar a Guillermo Castro Herrera en el marco de la historia ambiental. Dentro de su quehacer intelectual, este campo de estudio ocupa un sitial importante. Siendo él mismo, un referente internacional o, para decirlo en términos de Stefania Gallini, es “el gran tejedor de la malla institucional en la cual esta comunidad se ha podido consolidar y ha crecido”, en alusión a la Sociedad Latinoamericana y Caribeña de Historia Ambiental (SOLCHA).
La oportunidad es propicia para dedicar un homenaje a este pensador panameño. Hace treinta años escribió un texto clave: Naturaleza y sociedad en la historia de América Latina (Premio Casa de las Américas, 1994), un libro pionero; además, habría que mencionar: El agua entre los mares. La historia ambiental en la gestión del desarrollo sostenible publicado en 2007. Este año, el ilustre pensador, cumple 75 años de edad.
Como él mismo recoge, la historia ambiental, siguiendo a Elinor Melville, es “el estudio de las interacciones entre los sistemas sociales y los sistemas naturales”. Esa relación tensa será el fundamento de este campo de estudio. Dentro de esa dinámica, la cuestión del metabolismo o la falta de este, entre la naturaleza y la especia humana, como causante, entre otros aspectos, de lo que hoy podríamos llamar “crisis civilizatoria”, Castro Herrera usaba esta conceptualización para dar cuenta de nuestra realidad a mediado de la década de los noventa.
En tal sentido, el aporte del insigne pensador es enriquecedor, por sacarnos de nuestro estado de confort y abrir en nuestro medio, nuevos causes, más allá del encuadre monodisciplinar y, desde un enfoque crítico, a la luz de los desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, indagar sobre alternativas humanamente sostenibles.
Otra labor emprendida por Castro Herrera, desapercibida, es la traducción del inglés al castellano, de obras de pensadores claves para la historia ambiental, como Donald Worster, Carl O. Sauer, Karl A. Wittfogel y John Bellamy Foster. Tanto estas traducciones, como la obra misma de Castro Herrera serán fundamental para el desarrollo de la historia ambiental y, para ser más específico, de cuño propio, es decir, de nuestra América Latina.
Hoy, ante la realidad inminente de crisis de existencia de la especie humana en el planeta, estudiar la interacción entre los seres humanos con la naturaleza será fundamental y, la historia ambiental suministra herramientas teóricas y metodológicas para hacerlo.
