Escucha panameño: ¡Sí a la paz, no a la guerra!

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Resultado de la guerra promovida por la OTAN. Foto de AP.

Por Antonio Saldaña
Abogado y analista político

La mayoría de los panameños saben que además de la pandemia de la Covid-19, la causa directa del incremento del precio de la gasolina y el diésel, los alimentos, los insumos agropecuarios y el aumento ilegal de las tarifas del transporte terrestre selectivo y colectivo de pasajeros; es la “guerra híbrida” o “guerra proxy” en Ucrania.

Pero, muchos panameños ignoran que la única solución del conflicto global —“Occidente” vs Rusia— es la negociación diplomática. El conflicto no va terminar con más guerra o armando “hasta los dientes” al payaso de Kiev.

Hasta el viernes 21 de mayo de 2022, día 87 de la guerra, EE.UU., Gran Bretaña y los gobiernos de los 27 países de la Unión Europea (UE) le han “donado” a este país del Este de Europa, instrumentos de muerte (armas modernas de todo tipo) por un valor superior a los 100.000 millones de dólares, de los cuales el gobierno de Joe Biden ha proporcionado el 60% de esos fondos para que el pueblo rus (ucranianos y rusos) se maten entre sí.

Para tener una pálida idea de los gastos designados por el senil mandatario de Estados Unidos de América y sus aliados —mejor dicho sus mayordomos— europeos para promover la barbarie en Ucrania; sí lo comparamos con el producto nacional panameño, “el PIB del 2021, valorado a precios constantes de 2007 registró, según cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República un monto de US$ 40.736,4 millones”. Es decir, la cifra en dinero destinada a la compra de armas para la absurda guerra en Europa, es dos veces y medio la producción panameña medida anualmente.

Mientras ello ocurre, los líderes estadounidenses vienen a Panamá para “amarrarnos” como reses inermes o “carneros de panurgo” al carro de la guerra en Europa. Sí, al “carro de la guerra”, por ejemplo, el doctor Rodrigo Noriega ha denunciado esta semana en un medio de comunicación social de la localidad, que bajo el auspicio del gobierno norteamericano se han instalado “cuatro bases militares en la provincia del Darién, comandadas por militares colombianos” .

Acto que además de violar el artículo 310 de la Constitución Política de la República de Panamá, también es contrario al artículo V del Tratado de Neutralidad de 1977, celebrado entre Panamá y Estados Unidos de América.

En síntesis, contrastando con la generosidad de los gastos imperialistas en la guerra de Ucrania, los “gringos” no le otorgan al gobierno panameño, “ni in fuccking real” para solventar el enorme gasto del improductivo e inconstitucional ejército —SENAFRONT— en el Darién.

¡Así de sencilla es la cosa!

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