El agua es un derecho esencial para los humanos y todas las formas de vida en la tierra, incluidos los ecosistemas asociados a ríos y humedales. Es vital para la operación del canal interoceánico, la producción diaria de los alimentos y el desarrollo de las ciudades.
Panamá tiene una riqueza hídrica formada por unos 500 ríos y diversos embalses. La precipitación promedio en este país es de 3.000 mm anuales, lo que equivale a un volumen de 223.760 millones de metros cúbicos del vital líquido.
Sin embargo, muchas comunidades en áreas urbanas y rurales enfrentan un deficiente sistema de distribución de agua potable.
En ese contexto, surgen interrogantes sobre el destino del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), cuyos servicios han empezado a ser tercerizados, luego de ser desmejorados sin ninguna justificación.
El desafío hídrico en Panamá es enorme y la sociedad tendrá que exigir el derecho al agua y enfrentar las corrientes que apuestan por el control acuático de este rico e inalienable patrimonio de importancia estratégica.