Cuando el gobierno trajo a la provincia el plan salvador, VT Colón, como parte del Frente Amplio de Colón (FAC) que vela por los intereses de la comunidad, insistió en una discusión abierta, franca y participativa; pero el gobierno Varela reemplazó la discusión por la publicidad, la besuquiadera sustituyó la franqueza y, el show ha sido la moneda para comprar aplausos.
Ahora sabemos que Renovación Urbana no es más que el complemento del mismo proyecto que trató de imponernos el pasado gobierno de Ricardo Martinelli, y cuyo rechazo costó sangre a los coloneses.
Colón Puerto Libre es lo mismo que proyectaba Martinelli cuando programaba la venta de las tierras de la Zona Libre (ZLC), solo que ahora, con la expulsión de los colonenses y la demolición de las casas que siempre ocuparon en las 16 calles, emerge un gran negocio inmobiliario que se nutre de la venta de tierras nacionales que, valorizadas por el dinero de los contribuyentes, quedan a disposición del capital privado.
El 60% de las casas serán demolidas para construir facilidades a Colón Puerto Libre, mientras que la ZLC muere paulatinamente, con el 20% del cierre de sus empresas y la pérdida de más de 10 mil puestos de trabajo en los últimos 3 años.
La población residente es expulsada de la ciudad hacia la comunidad de los Lagos, en la que se constituirá una ciudad dormitorio para hacinar a 25,000 colonenses en apartamentos de menos de 60 metros cuadrados.
¿Por qué una significativa porción de la inversión pública de Renovación Urbana de Colón se destina a proyectos de infraestructura (acueductos, alcantarillados, drenaje pluvial, iluminación pública, soterramiento de cables eléctricos y de comunicaciones) si en las 16 calles ya no vivirá la gente de Colón? Ya no es solo la venta de las tierras de la ZLC como pretendió Martinelli, ahora el presidente Varela, en una acción sin precedentes, pretende vender las tierras nacionales de toda la Ciudad para uso turístico y comercial alejado del pueblo de Colón.
La alternativa planeada para la ZLC, de poner a la venta sus mercancías a los nacionales en las edificaciones que se construirán en Colón Puerto Libre, no garantiza la recuperación del empleo digno. La visión de futuro que se impone sin diálogo es la condena a los colonenses a ser “waiter” y vendedores de tela, todos a merced de las drogas y la prostitución.
Las autoridades electas de Colón ven con pasividad el drama que se avecina. Nada dicen sobre el transporte, salud, educación, recreación, arte, cultura y demás indicadores del bienestar. No se pronuncian sobre la demanda de las organizaciones sociales integradas al FAC de que se asigne el 50% de los beneficios que aporta la ZLC para financiar inversiones sociales. Sus ojos están puestos, más que en la gente, en los fondos de la descentralización.
Por todo lo antes expuesto, declaramos con firmeza que Colón no aguanta más una administración tipo Martinelli que varía los métodos y no los resultados. Fue el actual gobierno quien hizo de las necesidades del pueblo de Colón su bandera política y mejor consigna. Hoy le toca cumplir, no a toda costa, se trata de cumplir con responsabilidad y rentabilidad social.
Desde la tierra de los héroes, mártires y luchadores sociales Pedro Prestan, Juan Antonio Navas y Antonio Yépez de León, Vanguardia Torrijista DECLARA que la solución de los problemas de Colón no puede limitarse a la expulsión de la población (empobrecida) de las 16 calles para crear una vitrina comercial y turística, mientras se traslada el hacinamiento y la pobreza lejos de las cámaras. Es necesario establecer un Plan Maestro, concertado con las organizaciones sociales dirigido a la recuperación del empleo digno, el uso armónico de las tierras nacionales y la creación de condiciones que garanticen la calidad de vida en especial de los niños jóvenes y mujeres colonenses.