Álvaro García Lineras, Tiempos de crisis. Tiempos de ruptura

CURSO INTERNACIONAL Estado, Política y Democracia en América Latina

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Redacción de Bayano digital

El Colectivo de redacción de Bayano digital participa en el CURSO INTERNACIONAL Estado, Política y Democracia en América Latina «destinada a militantes y activistas sociales, funcionarios públicos, docentes, estudiantes universitarios/as, investigadores/as, sindicalistas, dirigentes de organizaciones políticas y no gubernamentales, trabajadores/as de prensa y toda persona interesada en los desafíos de la democracia en América Latina y el Caribe».

El curso está organizado por el Grupo de Puebla, el Programa Latinoamericano de Extensión y Cultura de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ, Brasil), el Observatorio Latinoamericano de la New School University (Estados Unidos) y la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET, Argentina).

Entre los profesores de las clases magistrales están, entre otros, Dilma Rousseff, José Pepe Mojica, Alicia Bárcenas, José Luis Zapatero y cerrará el ciclo el presidente de Argentina Alberto Fernández»

Con el propósito de multiplicar las lecciones aprendidas en ese curso de alta gerencia política, el Colectivo Bayano compartirá con dirigentes del movimiento social en Panamá algunas de las clase de este ciclo.

Tiempos de crisis. Tiempos de ruptura

El mundo vive una crisis planetaria ambiental plagada de catástrofes, debido a la depredación de los recursos naturales, acelerada por el modelo económico neoliberal excluyente, que da claras señales de agotamiento, manifestó en una conferencia virtual el ex vicepresidente de de Bolivia Álvaro García Linera.

«Cansancio hegemónico»

El conferenciante se dirigió a más de 50.000 seguidores conectados en línea, muchos de ellos de Panamá, y sostuvo que pese a ese notorio «cansancio hegemónico» del modelo, es necesario advertir que la crisis sistémica «no representa el fin de la hegemonía neoliberal» en el mundo.

«Neoliberalismo enfurecido»

Destacó que ante el declive y poca capacidad de generar adherencias duraderas, las fuerzas neoliberales menguada apelan a un «neoliberalismo enfurecido» para sostenerse a cualquier costo, mientras los movimientos sociales empujan para producir cambios trascendentales.

García Linera resaltó que hasta hace unos años, los representantes del neoliberalismo defendían públicamente la globalización, el libre mercado y la democracia representativa, pero las nuevas circunstancias los han obligado a adaptar su discurso en el contexto de una crisis en la que afloran contradicciones entre las élites dominantes, así como alianzas de los movimientos sociales para encarar los retos económicos.

Democracia es un estorbo para el neoliberalismo

Afirmó que, por primera vez, la democracia se presenta como un estorbo para el neoliberalismo y no es casual que en países como Bolivia y Brasil, donde hay enormes movilizaciones de indignados, se pida al ejército que trate de impedir una legítima salida democrática y popular.

García Linera resaltó que la crisis acelerada en 2020 por la pandemia de Coronavirus (Covid-19) ha provocado una caída de -4,0 por ciento de la economía mundial y un -8,0 por ciento en la economía de América Latina, según estimaciones de organismos internacionales.

Revitalización del Estado para dar oxígeno al modelo debilitado

Por ello, los ideólogos del neoliberalismo apuntan a la revitalización del Estado, con el objetivo de que compre acciones de grandes compañías quebradas y apuntale a los bancos privados.

En ese sentido, aclaró que las economías más avanzadas (potencias mundiales) han utilizado ente el 15 y 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para la compra de acciones de empresas, lo que revela esa tendencia de dar oxígeno al modelo debilitado.

Movimientos sociales, fortalecimiento del Estado para el desarrollo humano

García Linera manifestó que los movimientos sociales también aspiran a que sean fortalecidos los Estados, pero con un propósito distinto: el desarrollo humano, con un un futuro ambiental ente sostenible. Adujo que ello plantea una contradicción de fondo con los operadores del neoliberalismo.

El pensador boliviano señaló que en medio de esa querella planetaria, los movimientos sociales deben construir una agenda que permita enfrentar al neoliberalismo que se presenta más radicalizado en su proceso de implosión.

Al respecto, sugirió avanzar en el cumplimiento de cinco metas esenciales para asegurar la derrota del modelo imperante:

1. La democratización política y económica.
2. La lucha contra la explotación.
3. La desracialización, la descolonización y la despatriarcalización.
4. El ecologismo social.
5. El internacionalismo entre pueblos y naciones.

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