Autor: Toracio Pelayo Iturralde Shailer
Nueve de enero
que cruzas nuestras vidas,
nuestro corazón que palpita.
Nueve de enero
que te arraigas en el tiempo,
en los años que pasan,
que te hacen cada vez más vigente,
calando con tu ejemplo
decididamente latente,
que siempre nos impregna
de heroico aliento.
Nueve de enero
que levantaste hidalguía,
odiado por la oligarquía
que recogió tus frutos,
que sin merecer tributos
se entrega toda entera
a los que te masacraron
junto al mártir
Ascanio Arosemena.
Nueve de enero
que nos reclamas,
de la lucha iniciada,
llevarla a la plenitud,
que nos demandas actitud
y el rescate soberano
de los recursos por los que antaño
diste tu vida y virtud.
Nueve de enero
que nos dueles desde las entrañas
porque tus hijos lo dieron todo
y no hemos tenido el decoro
de reivindicar tu memoria.
Nueve de enero,
se culminará tu esfuerzo
cuando cada panameño
decida clavar las banderas
en el pecho traicionero,
aquellos que por dinero
pasó a manos extranjeras
el alma de cada mártir,
cada hijo de la gesta de enero.
Nueve de enero
que tu intransferible quimera
de ser libres y soberanos
del yanki y del oligarca,
es tarea que no se aparta
de nuestra patriota conciencia.
Nueve de enero
que nos reclamas impaciente,
que retomemos la sangre valiente
de la juventud gloriosa,
es pues, una misión honrosa
despertar en nuestro pueblo
el amor prístino y sincero
que con tu vida nos legaste
y con tu ejemplo he de rescatarte,
¡oh gloriosa gesta de enero!
