Nuevas especies de corales blandos fractales descubiertos en Panamá y Costa Rica

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Adelogorgia adusta. (Imagen cortesía de Smithsonian)
  • El Parque Nacional Coiba de Panamá continúa produciendo sorpresas.

 STRI

¿Qué animal puede vivir hasta los mil años, a menudo se confunde con una planta, tolera condiciones extremas en océanos fríos y oscuros a 3,000 metros (casi 10,000 pies) bajo el agua y puede morir cuando entra en contacto con parientes? Científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) nombraron tres nuevas especies de este grupo de animales, los octocorales: Adelogorgia hannibalis, A. osculabunda y A. adusta, que recientemente nombraron en la revista Zootaxa.

“Colectamos estos animales durante las prospecciones de arrastre de fondo marino en el R/V Urracá y el R/V Victor Hensen a lo largo de la costa del Pacífico de Costa Rica en 1993, y en dos expediciones a Banco Hannibal en el Parque Nacional Coiba por el M/V SeaHunter utilizando el sumergible DeepSee”, comentó Héctor Gúzman, científico de STRI. “Los buzos científicos de SCUBA raramente van mucho por debajo de los 45 metros (150 pies). Cada vez que profundizamos, encontramos especies nuevas para la ciencia, pero el costo de las expediciones es extremadamente elevado, lo que significa que rara vez tenemos la oportunidad de hacer descubrimientos como este”.

Adelogorgia osculabunda. (Imagen cortesía de Odalisca Breedy).

 Los octocorales toman su nombre de los ocho brazos de alimentación que se extienden en el agua alrededor de un agujero central que sirve como boca y ano. La reciente publicación proporciona una clave o guía taxonómica para la identificación de las cinco especies del género Adelogorgia hechas por Odalisca Breedy, autora principal y especialista en octocorales de la Universidad de Costa Rica. Breedy sigue los pasos de Frederick Merkle Bayer (1921-2007), un prominente biólogo marino y conservador del Smithsonian’s National Museum of Natural History, cuya especialidad eran también los corales blandos. Primero, nombró al género Adelogorgia en 1958 basándose en un espécimen que encontró cerca de La Jolla, California, a profundidades superiores a 30 metros (90 pies). Recogió otro espécimen mientras buceaba cerca de las Islas Galápagos en 1978.

“Durante muchos años, la gente pensó que este género de octocorales era extremadamente raro, pero, como es el caso de muchos animales de aguas profundas, cuando podemos darnos el lujo de mirar, encontramos más”, comentó Breedy. “El hábitat y la distribución geográfica de este grupo son mucho más amplios de lo que se sospechaba anteriormente”.

 “Los distinguimos por su color, por sus patrones de ramificación y por la estructura de sus escleritos, estructuras mineralizadas y similares a fractales organizadas alrededor de una matriz orgánica, que son únicas para cada especie”, comentó Breedy.

 Las colonias de A. hannibalis son de color naranja brillante, escasamente ramificadas y flexibles, con prominentes montones de pólipos. Encontrada a 184 metros (603 pies) usando el sumergible DeepSee, Breedy y Guzmán nombraron a esta especie por la ubicación en el Parque Nacional Coiba de Panamá, donde fue hallada. Banco Hannibal es un monte submarino que se eleva desde unos 500 metros (1,640 pies) de profundidad hasta 45 metros (150 pies). Toma su nombre del buque de reconocimiento, USS Hannibal, que descubrió el monte submarino en 1934. El barco lleva el nombre del general cartaginés, uno de los comandantes militares más importantes de la historia.

Las colonias de A. adusta, también encontradas en Banco Hannibal, son de color rojo brillante y tupidas, con montículos de pólipos ligeramente elevados con escleritos rojos, naranja oscuros e incoloros. Adusta significa quemado o calcinado y se refiere al color de la colonia. En la Fábula de Polifemo y Galatea del poeta español Luis de Góngora, Adustus era el hijo de las montañas de los Pirineos que sufrió una muerte por fuego.  

Las colonias de A. osculabunda son rosadas y tupidas con abundantes ramificaciones y tienen prominentes montículos rojos de pólipos. “Encontramos esta especie en redes de arrastre de fondo en fondos marinos arenosos, barrosos o rocosos en varios sitios a lo largo de la costa de Costa Rica y en las Islas de las Perlas en Panamá a 80 metros (262 pies)”, comentó Breedy. “Lo llamamos oscula, la palabra latina para boca pequeña o beso, y abunda, porque está cubierto con estas estructuras”. Breedy y Guzman también secuenciaron el ADN de las cinco especies para confirmar la identidad de estos octocorales en la familia Plexauridae. Las secuencias están disponibles en el Centro Nacional de Información Biotecnológica de EE.UU.

 Los octocorales no sólo se enfrentan a la creciente presión de depredadores como las estrellas de mar, gusanos y medusas.  En muchas partes del mundo, la pesca de arrastre ha raspado el fondo del mar de octocorales y otras formas de vida marina.

Este proyecto fue parcialmente patrocinado por la International Community Foundation, el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (INDICASAT), la familia Siedenburg, la Sylvia Earl Alliance de Mission Blue, la Fundación Dalio Inc. a través de la Institución Oceanográfica Woods Hole, STRI, la Universidad de Costa Rica y la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología de Panamá (SENACYT).

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