Los Ángeles, EEUU, 9 jun (Prensa Latina) – Ante las presiones recibidas, la panameña Adela Panezo abandonó por una cuestión de principios el Foro de la Sociedad Civil de la Cumbre de las Américas, que continúa hoy en Los Ángeles, Estados Unidos.
La representante del Centro Familiar Afrosanteño (CEFAS) Panamá renunció a la vocería del grupo de trabajo de Gobernabilidad Democrática, por cuestionar la postura de los organizadores del evento y sus adeptos.
“No acepté las demandas que impusieron los contrarrevolucionarios cubanos y venezolanos de plasmar en la relatoría una condena a lo que ellos consideran dictaduras en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, afirmó Panezo en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
La también profesora universitaria señaló que no estuvo de acuerdo tampoco con plantear críticas a la supuesta desestabilización de dos entes regionales como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
Esos puntos —que finalmente fueron incluídos en el resumen del grupo de trabajo—, además de ser falsos, yo no podía leerlos en voz alta, porque van contra mis principios y mi solidaridad con el hermano pueblo de Cuba, expresó la activista.
Explicó que la presionaron contrarrevolucionarios cubanos y venezolanos, quienes también la amenazaron en sus redes sociales por sus posturas.
Todo ocurrió luego de que Panezo preguntara a los panelistas qué era realmente para ellos la democracia y les dijo que para reconstruir el concepto habría que tomar en cuenta a todos los pueblos y países.
Eso causó tanta molestia en personas que no tienen la capacidad de escuchar a los demás, que se han atrevido a escudriñar en mi vida, escribiendo en mi página de Facebook insultos hacia mí, manifestó.
“No niego en ninguna parte que soy coordinadora provincial del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Panamá y utilizaron esa información para insultarme”, expresó indignada Panezo, quien también fue acusada sin pruebas de ser agente de la seguridad del Estado cubano infiltrada allí.
Comentó que quienes la interpelaron fueron los supuestos representantes de la sociedad civil cubana, a los que Washington sí permitió viajar a Los Ángeles, como el cantante Yotuel y Rosa María Payá, quienes responden a la política de exclusión —y de odio— promovida desde Miami.
“Lo único que Estados Unidos quiere son gobiernos, estados, pueblos que hagan su voluntad en total detrimento de las poblaciones, y yo no puedo ser parte de ese juego, en vez de decir la verdad se encargan de desinformar y desestabilizar”, opinó la profesora.
En sus declaraciones a Prensa Latina, agregó que la presencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela no le interesa a Washington porque quieren seguir manipulando y por eso negaron las visas a los verdaderos representantes de la sociedad civil.
Finalmente, Panezo, quien renunció a su función de vocera y abandonó el Foro de la Sociedad Civil del evento organizado por el gobierno del presidente Joe Biden, decidió sumarse a la Cumbre de los Pueblos, en la que sí tienen voz los excluidos.
La IX Cumbre de las Américas, cuyo segmento de alto nivel inició la víspera, llegó precedida por numerosas críticas debido a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, que no entran en la égida de las simpatías políticas de Washington, en opinión de analistas.
