Por Rodrigo Vives / FOTOGRAFÍA: José Castrellón
Cuando Lloyd Gallimore llega al estudio donde le haremos las fotos a The Beachers, son las ocho de la noche de un lunes corriente en la Ciudad de Panamá. Recién ha caído un palo de agua sobre las calles de la ciudad; el tráfico es lento y la gente y los carros se mueven con esa parsimonia típica del trópico.
Lloyd es tecladista y fundador del legendario grupo de calipso bocatoreño que cumple 50 años de trayectoria musical. Mientras los otros miembros se enfundan sus clásicas camisas estampadas para la sesión fotográfica, aprovecho para repasar con Lloyd la historia de este muy variopinto ensamblaje de músicos.
The Beachers aparece en escena en el año 1966 tocando como una pequeña orquesta para la iglesia local: “Nosotros realmente empezamos por un forfeit. Reemplazamos a una orquesta que le había quedado mal al Padre Dennis de la Iglesia Episcopal en Changuinola. Se habían ido por más plata a tocar a Costa Rica y nosotros decidimos sustituirlos para no dejar mal a la iglesia”.
Llega la noche del evento y se consolida el sexteto que tocaría: “Chino Williams, Frank “Buggy” Sergeant, Guillermo Francis, Larry Earlington y yo. Fue tal el éxito esa noche que nos quedamos tocando hasta las tres de la mañana y pronto nos dimos a conocer en ese entonces como los Beach Boys”.
¿Cómo fue esa primera etapa inicial de los Beach Boys y cómo pasan a llamarse The Beachers?
La primera presentación oficial fue en una feria que hubo en Isla Colón, Bocas. Fue cuando Pete Romero de Rpc Radio nos descubre y nos invita a la ciudad de Panamá con el propósito de grabar un disco. Nos pone en contacto con Santiago García, ingeniero del Estudio Loyola y empezamos a grabar. De ahí el primer sencillo (disco de 45 rpm), fue el tema “Honey”, que fue un éxito a nivel nacional y tanto así que la gente en Panamá y Colón lo escuchaban en la radio y pensaban que era una banda de afuera. Pero surgió un problema: el nombre “Los Beach Boys” ya lo utilizaba un grupo famoso en los Estados Unidos, así que era necesario cambiarlo. Después de pensarlo durante muchas horas, mientras estábamos grabando en el estudio, encontramos la solución y decidimos mantener la raíz: beach (playa) y agregarle: ers, para tratar de relacionar el grupo con “muchachos de la playa” y así surgió en nombre: “The Beachers” -o- “Los Beachers”.
¿Ustedes formaron parte de esa gran época de los Combos Nacionales en los sesenta y setenta, cómo se respiraba el ambiente en esos días?
En esa época, los combos nacionales se destacaban, tanto en las Ciudades de Panamá y Colón, como en la antigua Zona del Canal, así que decidimos utilizar y practicar algunos de los temas que se escuchaban frecuentemente en la radio, sumados a los calipsos que por herencia conocíamos, y armar un pequeño repertorio. El primer combo con el que tocamos fue Bush y sus Magníficos en un concierto que se organizó en el antiguo “Club de Golf “(Parque Omar), que se llenó tanto de carros y de público que llegaban hasta el green y las mujeres se subían a las mesas a bailar con los tacones y terminó formándose tal despelote que al día siguiente despidieron al gerente del club por todos los daños causados.
¿Un movimiento y una escena musical espontánea a nivel nacional?
Sí pero también fue una época sana y la gente se divertía alegremente. En las salas de fiestas los combos tocaban cada uno 2 horas y así se iban turnando hasta las cuatro de la mañana. Hasta los yeyés de por allá de Paitilla iban a las salas en la Avenida Nacional. También estaba la escena de los grandes cabarets en Colón, el Hotel Washington.
¿Cree que ese tipo de orquesta, los big bands, se podrán recrear algun día o simplemente todo eso se perdió?
No creo, porque aunque se junte la gente, la música ha cambiado demasiado. Es muy técnica, hay muchos arreglos. En las orquestas y los combos nos dedicábamos a tocar libremente en vivo y en el estudio. Ahora te traen al mejor músico que hay para cada instrumento y lo graban y luego en directo no es lo mismo. Mira que incluso en algunas de nuestras grabaciones se cometieron errores y así mismo salían y luego no podías corregirlas porque la gente las había aprendido así. Y así les gustaba.
¿Aparte del calipso qué otras músicas influyeron en el día a día de The Beachers?
La base de nosotros, como buenos caribeños, siempre fue la soca y el calipso, los ritmos caribeños. Una de nuestras más grandes influencias fue el Gran Combo de Puerto Rico. Empezamos desde temprano a desarrollar distintos estilos: el guaracho, como antiguamente se le llamaba a la salsa, pasando por el bolero y hasta la samba. También hacíamos covers de música típica y comenzamos a incursionar en estas áreas a la par de maestros como Dorindo Cárdenas, Yin Carrizo, Ceferino Nieto, Chilo Pitty. Nos presentábamos durante las fiestas patronales de muchos pueblos, ferias regionales y bailes populares.
También les unió una amistad especial con Lord Cobra.
Fue un gran amigo nuestro y salíamos a tocar mucho con él en Panamá y también afuera. Una vez estábamos en un festival en Costa Rica y Cobra se batió en un man to man con la leyenda jamaicana del calipso Mighty Sparrow, y recuerdo que Lord Cobra le dio pa’ llevar. Claro, era territorio neutro. Él siempre nos pedía que quería grabar un disco con nosotros y hasta que por fin se dio la oportunidad y grabamos juntos Calipsos: Lord Cobra con Los Beachers. Poco después de eso falleció pero honestamente creo que murió feliz de haberlo conseguido.
El renacer de The Beachers
En los cincuenta años de The Beachers ha habido tiempo para todo, desde los primeros años que son lanzados a la fama junto a los combos nacionales, a momentos bajos y de profundo dolor. La muerte trágica del Sargento “Buggy”, el retiro paulatino de muchos de sus miembros como Guillermo Francis y Cardial Earlington o cuando Chino Williams decide ser solista. Etapas que para cualquier otra banda hubiese significado la desaparición. Pero The Beachers no son como otras orquestas y a través de los años han sabido mantenerse unidos. Cuenta Lloyd que: “En el año 2000, decidí retomar el control del grupo, reorganizándolo con el mismo sonido original que lo caracterizaba y volver al ambiente musical renovado”.
En los últimos años parece que hay una nueva apreciación de la cultura caribeña en nuestro país.
Sin duda, y eso nos ha dado aliento para seguir adelante y es un gran impulso. Actualmente estamos invitados a participar en la próxima versión del Panama Jazz Festival y también nos presentaremos este noviembre en Medellín en el Teatro Tobón, dentro del showcase de CirculArt.
¿En qué consiste el showcase de CirculArt?
Básicamente es una plataforma donde nos presentaremos, -fuimos la única banda escogida de Panamá-, y que sirve como escaparate para los compradores de festivales de música en todo el mundo. Nuestra categoría es World Music y es una excelente oportunidad de promocionar el calipso y la música de Panamá a nivel mundial. La meta es lograr que nos contraten para irnos de gira en varios festivales el próximo año.
Hay un nuevo disco que están trabajando.
Es un disco colaboración con varios artistas nacionales de distintos estilos donde tocamos algunas de nuestras mejores canciones. Pureza Natural, Emilio Regueira, Lilo Sánchez, Samy Sandoval y otros tantos están acompañándonos en esta nueva producción a cargo de Billy Herron, que está haciendo un gran trabajo recuperando y rescatando la música calipsonian de Panamá.
¿Cuál ha sido el secreto de The Beachers para mantenerse todos estos años tocando juntos, a qué diría que se debe esta impresionante longevidad?
Debemos todo a nuestra crianza en Bocas. Damos mucha importancia a la familia, es el núcleo esencial de todo. Todo lo hablamos y todo lo discutimos, lo sabemos llevar. Hay por lo menos tres generaciones de Beachers y todos se han acostumbrado a este estilo. Es el sentido de pertenencia y de comunidad lo que nos une. RV
Discografía
ÁFRICA CALIENTE
BEACHERS EN STEREO
CÁNDIDA
HOMENAJE A BUGGY
BEACHERS FESTIVAL
CON TODOS LOS HIERROS
20º ANIVERSARIO
RETORNO TRIUNFAL
HISTORIA MUSICAL (RECOPILACIÓN)
BEACHERS 40º ANIVERSARIO