El 2025, se inicia con desafíos que calan hondo en el tejido social panameño, pasando por las reformas al sistema de seguridad social hasta la explotación de los vitales recursos geográficos, hídricos, ambientales y minerales.
El nuevo año encuentra a la población de Panamá en la disyuntiva de proseguir bajo un sistema neoliberal excluyente o recurrir a la propuesta de refundar a un Estado carcomido por la corrupción, la inequidad y el saqueo de los recursos estatales.
Este programa parte de la premisa del examen de la realidad interna y externa, y la urgencia de desarrollar un pensamiento crítico para orientar el rumbo de la nación ante los retos y las turbulencias que se asoman en el horizonte.
El fortalecimiento de la democracia debería imponerse sobre el expolio y la usurpación promovida por grupos de familias enriquecidas que históricamente han cooptado a las mayorías e impuesto el despojo del patrimonio y la entrega de la soberanía a poderes foráneos.
Los panameños y las panameñas merecen un futuro promisorio, en el que se respete la integridad individual y colectiva, y se descarte la iniciativa de reactivar los enclaves que amenacen la paz y la seguridad continental.