Presentan libro sobre gloria del baloncesto panameño

Por David Carrasco
Director de Bayano digital

Autoridades de Cultura y líderes empresariales presentaron este martes, en la sede de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, el libro “La grandeza no tiene tamaño”, que narra la vida del canastero Davis Peralta Jr., el mayor anotador en los Juegos Olímpicos de México 1968.

La obra literaria, de la escritora panameña Esther Sadín Gadhal, relata la historia del humilde jugador, nacido en la ciudad de Panamá en 1948, quien en su niñez practicaba con las luces apagadas en el gimnasio «Neco» de la Guardia, que administraba su abuelo en el populoso barrio de El Chorrillo.

El ministro de Cultura, Carlos Aguilar, declaró a Bayano digital que el reconocimiento a la trayectoria de Davis Peralta y otros deportistas encaja en el esfuerzo de recuperación de la memoria histórica. Añadió que “la memoria histórica no sólo está en los monumentos y en los sitios culturales. Está también en la gente que construyó esa historia”, a través de grandes luchas y sacrificios.

“Estoy contento de que haya un libro (sobre Davis Peralta), y ojalá que haya más libros sobre el deporte”, dijo el ministro al evocar las hazañas de los astros del básquetbol panameño, como Peralta, que en la final de los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe, disputada en Panamá en 1970, conquistaron la medalla de oro con apretado marcador (86-81) ante a la habilidosa selección de Cuba.

Aguilar subrayó que el esfuerzo del Estado de recuperar esa memoria colectiva se percibe en el rescate de varios sitios históricos que han sido cunas del deporte en la caribeña ciudad de Colón, como la Arena Panamá Al Brown. Reseñó que pronto se iniciará en esa ciudad la restauración del antiguo colegio Abel Bravo, que albergará el Centro de Bellas Artes, Folclor e Industrias Culturales.

Por su parte, Peralta agradeció el homenaje promovido por Jean-Pierre Legnadier y Julio Vidal, de la Cámara de Comercio, y reseñó que guarda en su mente momentos estelares, como el partido frente a Cuba, en 1970. Tras ese intenso duelo en la cancha, el comandante Fidel Castro quiso conocerlo y lo invitó a visitar Cuba.

El as del baloncesto panameño confesó que se sentía nervioso y cohibido en presencia del dirigente de la revolución, quien comentó al encestador que el baloncesto es un deporte diseñado para gigantes. Entonces, Peralta, de 1.73 metros de altura (5.8 pies), respondió al estadista: “Fidel: yo no te tengo miedo ni a ti”.

El deportista aseguró que Castro sonrió al escuchar esas palabras atrevido, que revelaban orgullo propio, y los presentes aplaudieron al jugador, quien hoy reconoce que fue un tanto descortés al contestar de modo impetuoso a una figura de talla mundial, como lo era el emblemático jefe de Estado cubano.

Peralta rememoró que aunque el plantel canalero estuvo a solo un punto de conquistar la medalla de bronce en México 68, obtuvo el privilegio de vencer en dos de tres partidos amistosos a la poderosa selección de la antigua Unión Soviética que se coronó campeona mundial de ese deporte en 1972.

En un breve discurso, el astro del baloncesto instó a los jóvenes a practicar el deporte con disciplina, abnegación y respeto, para abrazar los valores humanos, dejando a un lado la cultura del “juega vivo” (oportunismo) que afecta a la población panameña.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, José Ramón Icaza, manifestó que “el señor Peralta no sólo es un orgullo, sino un ejemplo de vida, que hoy desde este gremio queremos presentar como modelo a seguir para las nuevas generaciones”.

“Como sociedad, estamos obligados a realizar una introspección de los valores que estamos transmitiendo en nuestros hogares, empresas a nuestros pares y también en cuanto a qué dejaremos a las próximas generaciones”, sostuvo Icaza.