Por Cecilio E. Simon E.
Redacción de Bayano digital
Patriota, humana, profunda, humilde, jovial, internacionalista y decididamente revolucionaria es el perfil de Aleida Guevara March.
La hija del Che Guevara, no podía ser diferente. Pediatra, de 58 años, heredó dos nietos a papi, apelativo que de manera insistente utilizó para referirse a su padre, durante su breve e intensa visita a Ciudad Colón. “Acompañaba a papi a los trabajos voluntarios y al malecón a echar una flor a Camilo”, decía.
Su internacionalismo la llevó, junto a 400 médicos cubanos, a realizar su internado en Nicaragua, al triunfo de la revolución. Ha participado en misiones en Angola, México, Libia, Siria, Bolivia, Argentina, entre otros.
Durante su visita a Venezuela, entrevistó, por varios días, a Hugo Chávez y como resultado publicó, en agosto del 2005, el libro “Chávez, Venezuela y la Nueva América Latina”.
“Hay una Venezuela diferente donde los miserables de la tierra saben que pueden liberarse de su pasado. ” decía Hugo Chávez.
Mujer de fuertes convicciones, narró a la audiencia los efectos del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, y el respaldo solidario que recibe la revolución. El bloqueo impide el acceso a los medicamentos. “A los niños, que son mi pasión, les impiden incluso el acceso a un´chupa chup´, ¡Cuanta miseria humana!”, decía con la hija del Che.
Hizo énfasis en los programas de atención preventiva, para garantizar la salud de la población, en la educación, la creatividad de los cubanos para el desarrollo de la medicina alternativa, y los avances científicos que proyectan a Cuba como una potencia mundial en biotecnología. “Ya hemos avanzado en vacunas contra varias formas de cáncer” dijo la Doctora Guevara March.
Su periplo en la caribeña provincia de Colón la llevó a Puerto Pilón. donde recibió cortesía de sala del Consejo Municipal que se reunió en esa localidad.
Luego de ello y después de un breve receso, participó en la colocación de una ofrenda floral a los bustos de José Martí, Antonio Maceo y del médico cubano Carlos Finlay.
La jornada clausuró con un encuentro en la Central Nacional de Trabajadores de Panamá. Aleida fue enfática al señalar que la izquierda, para ganar credibilidad, debe trabajar con el pueblo. Muchas veces en el rigor del combate, nos olvidamos de nuestros hijos. Debemos formar a nuestros hijos con el ejemplo. “A los cuatro años mi papá me llevaba a cortar caña, me hablaba, no recuerdo que me decía, pero debió ser muy importante porque me quedaba sentadita chupando caña” dijo.
La jovialidad cubana caracterizó la presencia de Aleida en Colón. Compartió chistes, empleo un lenguaje coloquial para matizar sus denuncias y cantó a la audiencia recordando a Martí.
