Mensaje histórico para las nuevas generaciones del PRD

Editorial Quincenario Bayano Del 24 de febrero al 11 de marzo de 1981

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El PRD debe ser motor y no ancla del Proceso

Tras una intensiva reclamación soberana, que culminó en la firma de los Tratados del Canal de Panamá, en 1977, el periódico Bayano insistió en la necesidad de integrar un partido político cohesionado con la capacidad de orientar la lucha de liberación nacional en Panamá.
De aquellas publicaciones históricas con un enorme potencial orientador, Bayano digital recupera una valiosa nota editorial en la que se apela al sentido de organización del Partido Revolucionario Democrático (PRD), como una fuerza dinamizadora de la sociedad. Debido a que su contenido posee una extraordinaria vigencia, presentamos a los lectores el editorial, publicado del 24 de febrero al 11 de marzo de 1981.

Editorial Quincenario Bayano
Del 24 de febrero al 11 de marzo de 1981
Publicado en el libro de Ramiro Vásquez
Panamá en la Línea de Omar

A partir de la primera quincena de marzo, se iniciará la jornada nacional de inscripción de adherentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD).  Este organismo político surge dentro de un cúmulo de medidas, que asume la dirección del proceso revolucionario, simultáneamente con la decisión de las fuerzas armadas de pasar a un segundo escalón.

El propósito básico inicial de este instrumento político, es el de crear un arco de participación de amplios sectores de la población panameña, que se identifican con las propuestas libradoras del dirigente Torrijos.  El objetivo de participación de estas masas también va dirigido a garantizar la continuidad y, de hecho, la profundización de esas propuestas liberadoras, las cuales se cambiaron durante la fase de negociaciones con los Estados Unidos, con la presencia física y directa de los mandos militares y una compleja alianza, de interés nacional, en que las masas populares jugaron un papel importante.

Al formularse un estatuó de legalidad de los partidos políticos y con el repliegue de los militares, en la dirección pública del proceso, la necesidad de crear un instrumento político actuará a partir de la fisonomía que creó la actividad política de los primeros diez años, se convirtió en una tarea de momento.  Más que el reemplazo de un método de conducción, el PRD fe anunciado como un partido para ampliar la base de participación política de las fuerzas interesadas en la continuación del Proceso, procurando mantener, a través de las instancias gubernamentales, un marco común entre las fuerzas armadas u el pueblo.  Este hecho debía materializarse mediante un proceso, es decir, de un periodo de transición, por el que actualmente pasamos.

Las condiciones sociales imperantes y las demandas políticas de participación, decidieron, finalmente, los nuevos rumbos de presencia de las diversas fueras sociales. A la par, con la decisión del PRD, las corrientes políticas de la sociedad panameña se agrupan y procuran entregar algunas propuestas de militancia a las masas.

En lo que se refiere al PRD, su contenido se presenta como una fuerza política, continuadora del Proceso, encabezado por Torrijos.  La declaración de principios y el programa propuestos, así lo demuestra. Se pretende complementar la existencia de una fuerza armada nacional y la organización del pueblo, cuya parte esencial militará en el PRD, para consolidar, en el futuro, un gobierno que implemente esa continuidad del Proceso, a partir de nuevas tareas, entrelazadas con la consiguiente lucha por la implementación justa, del tratado de descolonización.

Empero, esta decisión es más compleja al momento de llevarla a la práctica. Primero, porque su composición la convierte en un organismo pluriclasista o de diversas corrientes políticas. Las cuales teóricamente, debieran mantenerse unidas a partir de una propuesta programática.  Segundo, porque esta decisión debe implementarse ante una situación económica difícil y angustiosa en que la capacidad de respuestas del actual gobierno es más simbólica que real.  Tercero, que ese partido tendrá que ir adquiriendo una independencia, con respecto al actual gobierno, el cual, aunque reemplazante del poder directo de los militares, posee una composición de carácter transitorio a su capacidad de representatividad y decisión.

Sobre el equipo, designado para organizar este Partido, se entrelazan estos factores y además los intereses particulares de quienes actúan con criterios muy propios sobre los problemas fundamentales del papel y objetivos de ese instrumento político.  Este se acentúa, precisamente, por la ausencia de los más caracterizados militares que, a lo largo de 10 años, presidieron el proceso de Liberación Nacional.

Dentro de ese equipo de hombres está, en gran medida, la suerte futura del PRD y su capacidad de jugar un papel consecuente con el “borrador” de ideas que presentó Torrijos. Hasta ahora, y no es desconocida para nadie, la lucha de fracciones, es el aspecto sobresaliente de la militancia de ese equipo. Podrá ser más o menos transitoria o secundaria en la medida en que exista, en serio, suficiente madurez, para entender que lo fundamental es cumplir con la tarea de forjar un PRD de características estratégica. Hasta ahora, prevalece el criterio de que el PRD debe servir básicamente para apuntalar al actual gobierno. Con un argumento de esta naturaleza y una simplicidad tan egoísta, todos los métodos de trabajo se ven afectados.

Esta conducta viene afectando seriamente las posibilidades de que las masas populares ingresen militantemente al llamado “Partido del Proceso” o al partido de ideas torrijistas.

Nuestro pueblo ha acumulado, a lo largo de estos diez años, una experiencia política, aumentando su cultura y su conciencia.  De decidirse una presencia masiva dentro del PR, no será un elemento pasivo pues, ella se ha ganado la autoridad que le da el cargar, prácticamente durante una década, con el peso fundamental del sacrifico nacional.

El pueblo no aceptará rebajar el papel unitario y representativo del PRD y convertirlo en una fuerza, que, a título de zarandear la imagen de Torrijos, sirva para preservar una corriente personalista, sacrificando las tareas principales de esta etapa de lucha.  El espíritu, profundamente unitario de ls masas no tolerará que, a título de una presencia gubernamental, en todo caso con mucha fragilidad, se sacrifique esta ansiada y expectante necesidad de crear una fuerza política, capaz de canalizar los más amplios sectores de los patriotas panameños.

Quienes, contrariamente a esta realidad, se niegan a respetar el principio revolucionario y transformador del partido, llamado a profundizar el Proceso, puede ir pensando, desde ahora, que otro oficio pueden ofrecer a la para ya que, como conductores de un pueblo, no han demostró tener la calidad necesaria.

2 COMENTARIOS

  1. Es un error grande de nuestro partido que se está alejando de las ideas de nuestro General Torrijos Herrera. Nos dijo claramente en la plaza cinco de mayo. Que de las ganancias del canal de cada 1.00 0.25 era para el Seg. Social y0. 05 centésimo era para la educación de los hijos de las madres solteras. Qué pasó nuestros dirigentes del PRD olvidaron esas palabras.

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