Mead quiere más momentos mágicos

Una genialidad de Beth Mead derrotó a Brasil en la SheBelieves Cup. Ella espera ser parte importante del cuadro inglés en Francia 2019. Mead: “Queremos servir de inspiración a la generación que viene detrás”.

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Beth Mead en el terreno de juego. (Foto: FIFA).

(FIFA.com)

En agosto de 2014, Mead encabezaba el ataque inglés ante México en el Mundial Sub-20 de Canadá y se inventó una genialidad. Recibió el balón a unos 30 metros del arco, hizo un control orientado con caño incluido para deshacerse de una rival, y a continuación mandó la pelota a guardar.

El pasado 27 de febrero, de nuevo con la selección -esta vez la absoluta-, y en el marco de la SheBelieves Cup, la delantera hizo otro de esos goles que hacen levantarse a los aficionados de sus asientos. Mead controlaba el esférico por el flanco derecho a casi diez metros de la línea de meta, justo al borde del área. Efectuó un toque y conectó un tiro envenenado que superó la estirada de otra arquera desde un ángulo que parecía imposible.

Ambos tantos demuestran algo: Mead es capaz de crear a partir de la nada.

Lo hizo en el Mundial Sub-20 de 2014… y lo repitió en la SheBelieves Cup de 2019 para darle la victoria a las Leonas ante Brasil (2-1). “Marcar un gol con tu país es algo especial, y el gol a Brasil fue un disparo, no un centro, ¡que quede bien claro!”, nos asegura, entre risas, Mead.

La delantera, que juega en el Arsenal desde hace dos temporadas, es ya una habitual de la selección inglesa que dirige Phil Neville y participó en los clasificatorios a la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™.

Aunque empezó jugando de 9, últimamente actúa escorada de banda, posición a la que al principio le costó adaptarse, pero que ahora disfruta, y que le ha dado más protagonismo en la selección.

“Había jugado de 9 durante toda mi carrera hasta que llegué al Arsenal”, recuerda. “Me molestó un poco no ser delantera centro, porque creía que era mi mejor posición. Pero ahora me gusta mucho jugar por el extremo. Puedo participar, encarar a las rivales, involucrar a gente en el juego… Es posible que si hubiese cambiado antes también me hubiese llegado antes una oportunidad con la selección”.

A menos de 100 días para el inicio del Mundial de Francia, Mead espera que su polivalencia juegue a su favor para hacerse un hueco entre las 23 Leonas. La competencia va a ser alta. “En este plantel no hay mucha gente que pueda decir que es titular indiscutible, y yo no quiero acomodarme, porque creo que eso es lo peor que puede hacer una futbolista”.

La presión de ser referentes

“Queremos servir de inspiración a la generación que viene detrás, servirle de empuje, que sepan que pueden dedicarse al fútbol y que es posible convertirse en profesional. Yo de niña ni lo pensaba, porque entonces el fútbol femenino no estaba profesionalizado. Pero ahora hay chicas pendientes de nosotras, que nos van a ver jugar en el Mundial…”.

Eso ilusiona a Mead, pero también le llena de responsabilidad. “Reconforta un poco saber que una influye de esta manera en una generación totalmente distinta. Tengo la sensación de que estamos obligadas a hacer que la gente se sienta orgullosa de nosotras, que sienta el esfuerzo que estamos realizando, y también nuestra pasión por este país, que nos impulsa a hacerlo bien”.

Y quién sabe. Quizás la delantera deslumbre en tierras galas sacándose otro golazo de la manga. Uno como el que le anotó a México cinco años atrás… cuando aún ni se imaginaba lo que iba a venir después.

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