La vacuna rusa muestra una alta eficacia y llama las puertas a la UE

0
151

JOSEP CORBELLA, CRISTINA SÁEZ

Los resultados preliminares del estudio, publicados ayer online en la revista médica The Lancet, indican que la vacuna tiene una eficacia del 91,6% para prevenir casos sintomáticos de covid. La eficacia ha sido similar en todos los grupos de edad, incluidos mayores de 60 años.

Cinco millones de personas podrían recibir la Sputnik V en España antes del verano

Rusia solicitó el 19 de enero a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) el registro de la Sputnik V para la Unión Europea. El pasado viernes anunció que puede suministrar 100 millones de dosis de la vacuna a la UE en el segundo trimestre del año. De aprobarse la vacuna y distribuirse estas dosis, permitirían vacunar a unos 5 millones de personas en España y 50 millones en el conjunto de la UE antes del verano, lo que representa más del 10% de la población.

AstraZeneca llega en los próximos días

Las primeras dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus llegarán a España a finales de esta semana o principios de la próxima, según han informado a La Vanguardia fuentes de gobiernos autonómicos. La vacuna fue aprobada el 29 de enero por la Unión Europea y se convertirá en la tercera disponible en Europa para prevenir la covid, después de las de Pfizer-BioNTech y Moderna.

El Consejo Interterritorial de Salud, que se reúne esta tarde con representantes del ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas, tiene previsto evaluar si en España la vacuna de AstraZeneca debe administrarse a mayores de 65 años. Los resultados de los ensayos clínicos han establecido la eficacia de la vacuna en franjas de edad más jóvenes pero no han aportado datos suficientes para demostrar que sea eficaz en personas mayores, para las que hay las alternativas de las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna.

Las primeras pruebas de seguridad y eficacia de la vacuna rusa que reclamaba Spahn las ha aportado el ensayo clínico de fase III publicado ayer en The Lancet . De los 14.964 participantes a los que se inoculó la vacuna, a 16 se les diagnosticó covid sintomática a partir del día en que recibieron la segunda dosis, lo que representa una incidencia del 0,1% durante el periodo analizado en el estudio. Entre los 4.902 a los que se inoculó un placebo, se diagnosticaron 62 casos de covid con síntomas, lo que representa una incidencia del 1,3%. Los resultados no aclaran si la Sputnik V también previene casos asintomáticos de infección por coronavirus.

La inmunidad conseguida con la vacuna se manifiesta a partir del día 18 después de administrarse la primera dosis, momento a partir del que empiezan a aparecer diferencias de incidencia entre ambos grupos. Las edades de los participantes en el ensayo clínico, realizado en 25 hospitales de Moscú y que aún no ha concluido, abarcan desde 18 a más de 80 años. Entre los más de 2.000 participantes de más de 60 años, la eficacia de la vacuna ha sido la misma que en las otras franjas de edad.

La vacuna rusa Sputnik muestra una eficacia del 91,6% contra el coronavirus

No se han registrado diferencias significativas en cuanto a efectos secundarios graves entre las personas que recibieron la vacuna y las que recibieron placebo.

Una decena de países –entre ellos Argentina, Bolivia, Serbia, Irán, Argelia y los Territorios Palestinos, todos ellos estratégicamente relevantes para Rusia–ya han aprobado la vacuna, que ha sido desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú. También Hungría se convirtió el 21 de enero en el primer estado miembro de la UE en aprobar la Sputnik V, sin esperar a la luz verde de la EMA ni a los resultados del ensayo clínico.

El Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF, por sus iniciales en inglés), que se encarga de la distribución internacional de la vacuna, prevé disponer de mil millones de dosis para repartir fuera de Rusia en 2021.

La Sputnik V se basa en la misma tecnología que las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson, que han tenido una eficacia de alrededor del 70% en ensayos clínicos. Consiste en utilizar adenovirus, modificados para que no puedan causar infecciones, como vehículos para introducir instrucciones genéticas en el organismo. A partir de estas instrucciones genéticas, algunas células del cuerpo humano producen la proteína S del coronavirus, de manera que el sistema inmunitario aprende a reconocerla y atacarla.

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí