La batalla nacionalista del 47

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Foto de Archivo

 

Por Olimpo A. Sáez M.

Ex embajador de Panamá en Brasil y Nicaragua

 

El 12 de diciembre de 1947, el estudiante Secundino Torres Gudiño lanzó una arenga radial contra el convenio de bases que el gobierno de Enrique A. Jiménez había negociado con los EE.UU., con la finalidad de prorrogar la existencia de las bases militares instaladas en el territorio nacional con motivo de la Segunda Guerra Mundial y con el propósito de defender el Canal de Panamá de cualquier ataque de las potencias del eje fascista (Alemania, Japón e Italia).

 

El acuerdo de las instalaciones de las bases militares fuera de la Zona del Canal, firmado en 1942 entre Panamá y los EE.UU., terminaría una vez concluido el conflicto mundial.

 

Ante la arenga del estudiante Torres Gudiño, el ministro encargado de Relaciones Exteriores, Francisco Filós, se presentó al Instituto Nacional para detener al estudiante por las acusaciones realizadas contra la autoridad en aquella denuncia estudiantil, a lo que se opuso del Dr. Octavio Méndez Pereira, rector de la Universidad de Panamá.

 

La agitación institutora reforzada por los profesores hará su palenque en la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP).

 

Reforzará el movimiento cívico Frente Patriótico de la Juventud, la seguirá el Magisterio Panameño Unido, los sindicatos obreros, el Partido Comunista (Partido del Pueblo) y el Partido Socialista, que movilizarán las calles con la vanguardia estudiantil.

 

El aparato represor de la Policía Nacional ataca la movilización popular con la Caballería. Cae herido el estudiante secundario Sebastián Tapia, quien de por vida quedó en una silla de ruedas. La ira estudiantil y popular se apodera de la ciudadanía.

 

Ese 22 de diciembre, se reúne la Asamblea de Diputados para aprobar el Convenio de Bases llamado Filós-Hines. Una manifestación compacta y masiva llega al viejo Cuartel de Chiriquí, donde sesionan los diputados.

 

Llevan sogas suficientes y amenazan a los diputados con ahorcarlos si aprueban el Convenio de Bases.

 

Se escuchan las voces de los manifestantes, los diputados reculan y suspenden “lo que se discute…”.

 

El pueblo nacionalista gana la batalla. En 1948, se desmantelan los sitios de defensa. ¡Sebastián Tapia presente!

 

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